A un año de cerrar su oficina en Montevideo, la agencia estadounidense de combate al narcotráfico mantiene contactos con el Gobierno uruguayo para reabrir su oficina en el país. El ministro del Interior, Jorge Larrañaga, llamó a librar una «guerra» contra el narcotráfico «con todos los costos que pueda abrigar».
El Gobierno de Uruguay inició gestiones para que la DEA (Administración para el Control de Drogas de EEUU, por sus siglas en inglés) vuelva a instalarse en Montevideo, reveló el martes el ministro del Interior uruguayo Jorge Larrañaga. La agencia estadounidense se había retirado del país en 2019 para mudar sus oficinas hacia Buenos Aires.
Durante una entrevista con el programa Así nos va de Radio Carve, Larrañaga fue consultado sobre la estrategia del Gobierno de Luis Lacalle Pou sobre el combate al narcotráfico. En ese marco, el secretario de Estado rechazó declaraciones de su antecesor, Eduardo Bonomi, sobre que el bajo peso de grandes organizaciones narcotraficantes en Uruguay había quedado demostrado con la partida de la DEA en 2019.
«Tenemos conocimiento de que la DEA se fue del país porque no encontró respuestas en el Gobierno anterior […] No se fue porque estaba solucionado el tema del narcotráfico en el país», sostuvo Larrañaga, recordando que en 2019 fue incautado en el Puerto de Hamburgo, Alemania, un contenedor con 4,5 toneladas de cocaína proveniente de Uruguay.
El ministro, integrante del Partido Nacional, dijo contar con «información no oficial» sobre que la DEA —dependiente del Departamento de Justicia de EEUU— decidió trasladar hacia Buenos Aires sus oficinas en Montevideo debido a que «no recibía las respuestas que dicha institución de lucha contra el narcotráfico requería en el país».
El cierre de las oficinas de la DEA se concretó en marzo de 2019. En aquel momento, medios uruguayos consignaron, en base a fuentes estadounidenses, que la decisión obedecía a una «redistribución» de los recursos de la entidad y que no implicaba el cese de la cooperación entre ambos países en el combate al narcotráfico.
También en 2019, el entonces ministro Eduardo Bonomi, del Frente Amplio, relacionó la partida de los estadounidenses con el poco poder que el narcotráfico tenía en el país sudamericano. «La propia DEA se retira porque entiende que Uruguay no es el problema», comentó durante una entrevista con Radio Sarandí.
Las oficinas de la DEA en Montevideo se habían abierto por última vez en 2012 —ya con Bonomi como ministro y durante el Gobierno de José Mujica— luego de haberse retirado del país a mediados de los noventa.
Larrañaga informó que tras su asunción en marzo de 2020 mantuvo «contactos reservados» con la DEA y otras «agencias de seguridad» para fortalecer la colaboración entre Uruguay y EEUU en materia de lucha contra el narcotráfico.
El ministro consideró importante que la DEA vuelva a instalarse en Montevideo porque «el país precisa tecnología y recursos para poder tener más efectividad en la lucha contra el narcotráfico».
Además, el secretario de Estado restó trascendencia a los impactos negativos que puede tener iniciar una estrategia más agresiva contra las organizaciones criminales. «Que no me vengan con ese tipo de discusiones de que las guerras contra el narcotráfico costaron miles de muertos en México cuando no es asimilable la situación entre México y Uruguay», apuntó.
«Si no libramos esta guerra con toda decisión y con todos los costos que pueda abrigar, vamos a tener numerosos dramas en la vida nacional en el futuro, aparte de los que ya tenemos», enfatizó.