Una investigación realizada por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha considerado que, con base en la secuencia genómica del SARS-CoV-2, el virus podría ser tratado con el medicamento sofosbuvir, utilizado para atender casos de hepatitis C.
Rodrigo Jácome Ramírez, investigador adscrito al Laboratorio de Origen de la Vida de la Facultad de Ciencias de la UNAM, analizó el material genético del nuevo coronavirus, en particular de dos de las proteínas que ayudan a su reproducción, para definir si es posible desarrollar tratamientos a partir de medicamentos disponibles en la actualidad.
«Lo que hago en el laboratorio es, por medio de computadoras, sobreponer las estructuras de las dos polimerasas —las proteínas que leen el material genético de los virus y lo replican— de hepatitis C y SARS-CoV-2 en el espacio y esto nos permite decir que son proteínas parecidas estructuralmente. Es por donde llegamos al descubrimiento», explica.
Jácome Ramírez investigó durante sus estudios de doctorado la evolución de estas proteínas en los virus de RNA (ácido ribonucleico). Gracias a este antecedente pudo concluir que las moléculas que forman al fármaco sofosbuvir podrían pegarse a la polimerasa del coronavirus e impedir su reproducción.
Aunque se requieren de varios estudios para probar la eficacia de ese medicamento, el investigador de la UNAM apuntó que el descubrimiento puede generar ventajas para el hallazgo de un tratamiento para el COVID-19.
«Como ya es un fármaco que está aprobado por las comisiones reguladoras mundiales, se podría iniciar algunos protocolos con pacientes. […] La ventaja del sofosbuvir es que tiene varios años que se está usando en pacientes. Se conoce muy bien su perfil de seguridad y toxicidad y se sabe que es un fármaco noble. Esto reduciría, al menos en tiempo, el desarrollo», aseveró.
Incluso si el sofosbuvir no funcionara como se espera, Rodrigo Jácome señaló puede servir para que las farmacéuticas tomen la fórmula del medicamento como modelo para desarrollar un medicamento específico para curar a los pacientes con el SARS-CoV-2.
«El Laboratorio de Origen de la Vida se reconvirtió para estudiar COVID-19 y estamos buscando otras alternativas de tratamiento enfocados en otras proteínas ahora. Estamos buscando moléculas que también ya estén disponibles para ver si se puede inhibir la función de esta proteína, probablemente, como una ayuda adicional a los fármacos», indicó.
Así, las investigaciones realizadas en la UNAM continúan en el mismo sentido de otros esfuerzos a nivel internacional, donde otros fármacos como el remdesivir o la hidroxicloroquina son los protagonistas.
«El objetivo del artículo y del trabajo es contribuir de algún modo a buscar soluciones. En México, donde no tenemos tantos recursos y, aunque no tenemos tanta infraestructura, queremos ayudar en algo, contribuir y buscar soluciones de donde se pueda. Es algo que nos ha dejado la pandemia, de las cosas buenas es esta unión internacional entre diferentes científicos», subrayó Rodrigo Jácome.
Al respecto, el investigador mexicano destacó que existen otras exploraciones que proponen al sofosbuvir como posible tratamiento para el nuevo coronavirus. Dijo que esta coincidencia ha servido para que, de su parte y de sus colaboradores, se realizara un ofrecimiento para asistir a los trabajos internacionales para encontrar una cura.
«Eso ayuda mucho a que todo se acelere, porque en lugar de [que una investigación pase] dos, tres meses en galeras, hay una discusión, un intercambio de ideas permanente. Ojalá, en el futuro, veamos que la ciencia se puede hacer sin tantas trabas y formalismos, siempre y cuando se respete la calidad y la meticulosidad«, comentó.