CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reveló un caso de corrupción para la liberación judicial de un presunto responsable de orquestar la desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, en 2014, conocido como Caso Iguala, aunque la Fiscalía General logró que fuera detenido de nuevo.
«Nos presentaron un informe acerca de que hubo corrupción en el juzgado que ordenó la libertad, se tiene las pruebas, hubo dinero de por medio, se va a actuar castigando a los responsables», dijo el mandatario en conferencia de prensa.
El 29 de junio pasado, la Fiscalía General de la República confirmó que un miembro del grupo narcotraficante mexicano Guerreros Unidos, José Ángel Casarrubias Salgado, alias ‘El Mochomo‘, señalado como responsable de orquestar la desaparición de los 43 jóvenes en septiembre de 2014, fue detenido por agentes federales.
Después de la detención reportada por la oficina del fiscal general, Alejandro Gertz Manero, «en 24 horas, en muy poco tiempo, lo dejan en libertad, creo que no tardó ni 24 horas, a las 12:00 de la noche lo sueltan», informó el jefe del Ejecutivo.
La detención relacionada como desaparición forzosa con participación de autoridades, por lo tanto crimen de lesa humanidad, no se trata de un «asunto de rutina», dijo el mandatario, sino de un caso de alto impacto, que investiga la Fiscal General de la República.
«Es una afrenta a las instituciones, al Estado, afortunadamente, como hay un trabajo coordinado, por razones de Estado, con el Poder Judicial, la Fiscalía y el poder Ejecutivo, se inició una investigación sobre por qué lo liberaron», expresó López Obrador.
Nuevo caso de corrupción
El presidente afirmó que los gobiernos anteriores ocultaban estas irregularidades, mientras que en la actual administración son reveladas para «estigmatizarlas», a fin de que no se repitan.
«Puedo decirles que la libertad de este señor, presunto responsable de los hechos de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, tuvo que ver con un acto de corrupción en el juzgado donde se le otorgó la libertad», denunció López Obrador.
Una jueza ordenó la liberación por considerar que hubo «falta de elementos idóneos».
Después de que el acusado recibió una orden de libertad, la fiscalía logró una reaprehensión del acusado en el estacionamiento del centro de detención donde lo esperaban sus familiares, con una nueva acusación de «delincuencia organizada».
El gobernante dijo que «es un delito gravísimo, tiene que castigarse a los responsables espero que se actúe y ventile, que la gente los sepa, porque la justicia no solo es castigar al responsable, sino también evitar la repetición del ilícito».
La Fiscalía General, ofrecía una recompensa de 1,5 millones de pesos (unos 65.000 dólares) por información que permitiera la detención de ‘El Mochomo’.
El detenido es hermano menor de Sidronio y Mario Casarrubias, el segundo considerado como el fundador de la organización criminal Guerreros Unidos, a la cual fueron entregados por policías municipales los estudiantes que viajaban en cinco autobuses la noche del 26 de septiembre de 2014.
Los autobuses fueron perseguidos por agentes municipales en la ciudad de Iguala, 220 kilómetros de la Ciudad de México y atacados a balazos hasta que los alumnos fueron detenidos.
Integrantes de esa organización criminal con ramificaciones a Chicago, EEUU confesaron que asesinaron a los jóvenes, y quemaron sus cuerpos en un basurero al aire libre en una quebrada del municipio de Cocula, que colinda con Iguala.
Las confesiones, que según expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fueron obtenidas con torturas, indican que los restos calcinados fueron la lanzados al pequeño río San Juan, que corre cerca del basurero municipal.
Huesos calcinados recuperados de una bolsa en ese riachuelo permitieron la única identificación de joven estudiante desaparecido: Alexander Mora Venancio.