Los escándalos del rey emérito de España acorralan a Felipe VI

Juan Carlos I podría enfrentarse a un juicio por una supuesta donación de 65 millones de euros a su amante y la Casa Real busca alejar al sucesor de estos escándalos, mientras la Moncloa cierra filas con la monarquía.

El rey emérito de España, Juan Carlos I, se enfrenta a varias diligencias legales abiertas contra él. En Suiza se investiga la donación de 65 millones de euros a Corinna Larsen, supuesta amante, desde una cuenta del país alpino. La Fiscalía del Cantón de Ginebra quiere comprobar si el pago tiene que ver con presuntas comisiones en las obras del AVE a La Meca (llevado a cabo por un consorcio de empresas españolas). Unas comisiones que también están siendo tratadas en el Tribunal Supremo y que pudieron formar parte de un entramado empresarial opaco para evitar la fiscalización.

A estas acusaciones se les unió otro escándalo: la Luna de Miel de su hijo —el actual rey Felipe VI, con la reina Letizia— fue pagada por Juan Carlos I (en total, medio millón de euros para un viaje por tres continentes). Ya en marzo, Felipe VI anunció que renunciaba a la herencia económica y que le retiraba la asignación fijada en los presupuestos de la Casa del Rey (194.232 euros anuales, según la información publicada por El País).Y ahora, la tensión ha llegado a La Moncloa. Desde marzo, Unidas Podemos (con Compromís y ERC) presiona para crear una comisión de investigación en el Congreso. Y con la eventual decisión del Tribunal Supremo, el Gobierno ha querido cerrar filas en torno a la Zarzuela y ponerse de perfil ante las polémicas, incluso tras confirmarse que Felipe VI será el único que dará un discurso en calidad de jefe del Estado durante el homenaje de Estado a las víctimas del COVID-19 (el próximo 16 de julio, en el Palacio Real).

«Las actuaciones judiciales de otros países se dirigen al antiguo jefe del Estado, no tienen ningún impacto en el actual, que además renunció a su herencia. En justicia cada uno responde de forma individual de sus actuaciones. El alcance llega a las personas involucradas», esgrimió la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, el 7 de julio.

Pedro Sánchez hizo lo propio al día siguiente, 8 de julio, en una rueda de prensa junto al presidente italiano, Giuseppe Conte, en La Moncloa. Alegó que «son informaciones inquietantes que nos perturban a todos, a mí también». «Pero en primer lugar hay unos medios de comunicación que no miran para otro lado, y se hacen eco de las informaciones. En segundo lugar, hay una justicia que está actuando», continuó, «y en tercer lugar, y esto es algo que sí agradezco, la propia Casa Real está marcando distancias frente a esas informaciones inquietantes y perturbadoras».

Reforzó su postura en una entrevista a eldiario.es publicada esa misma jornada: «Estos tres elementos nos hacen reivindicar que nuestra democracia funciona y que no hay espacio para la impunidad«, señaló de nuevo. Después, Sánchez quiso desmarcar a Felipe VI de la fortuna oculta de Juan Carlos I: «Insisto, no hay espacio para la impunidad en nuestro país. Es la propia Casa Real la que está marcando distancias con esta supuesta práctica reprobable. Dejemos trabajar a la justicia», remató, respondiendo sobre la inviolabilidad del rey en la Constitución: «Es uno de los preceptos sobre el que todos deberíamos reflexionar y ver qué solución le damos. Evidentemente, la Constitución española tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades».

https://twitter.com/Karmaleonic/status/1281176511945547776?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1281176511945547776%7Ctwgr%5E&ref_url=https%3A%2F%2Fmundo.sputniknews.com%2Fespana%2F202007091092023632-los-escandalos-del-rey-emerito-de-espana-acorralan-a-felipe-vi%2F

Una postura que certificó la vicepresidenta primera, Carmen Calvo: «Estamos hablando de una situación que se refiere al pasado, no a Felipe VI. La jefatura del Estado funciona de forma plena. El rey emérito está fuera de las actividades públicas y esta cuestión está al margen del actual jefe del Estado«, reiteró, poniendo una barrera entre el rey emérito y el actual, y en connivencia con el argumento de PP y Vox, grupos opuestos de la bancada.

Medios como El Confidencial se han aventurado a publicar que desde La Casa Real se busca una salida a Juan Carlos I (incluso al exilio) para que no erosione más la imagen de la monarquía. Nada de eso ha conseguido que las redes callaran. En Twitter, Felipe VI ha sido tendencia. Algunos lo defienden y otros piden su abdicación o una consulta sobre el sistema vigente.

«He oído en la radio que Felipe VI está haciendo un esfuerzo por España intentando salvar la monarquía. Lo que está es intentando salvar su paga anual, que sin monarquía tiene que ponerse a trabajar. ¡Imbéciles!», decía un usuario. «¿Alguien cree de verdad que Moncloa y el PSOE, absoluto traidor a España a lo largo de su historia, pretende proteger al rey Felipe VI? Solo están revolviendo el lodo para cargarse la monarquía Constitucional, instaurando una República Socialista de media España contra la otra media», sentenciaba otra.