Un accidente ocurrido en un polígono militar en EEUU tuvo unas consecuencias nefastas cuando la tripulación de un carro de combate M1A2 Abrams disparó accidentalmente contra… otro tanque igual.
Los hechos ocurrieron durante unas maniobras nocturnas celebradas el 20 de julio, donde la tripulación confundió a sus colegas con un blanco de entrenamiento en pleno movimiento. Acto seguido, el operador de armas disparó con el proyectil de entrenamiento M1002 con un calibre de 120 mm.
M1A2 vs M1A2 – friendly fire
On July 20, 2020, the command of tank fired the M1002 at 2600m. at another M1 Abrams, confusing it with a moving target. As a result of the incident……..⤵️https://t.co/NGl7rTO389 pic.twitter.com/KOaHexAOBg— 𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔢𝔞𝔡 𝔇𝔦𝔰𝔱𝔯𝔦𝔠𝔱 🇬🇪🇺🇦🇺🇲🇬🇷 (@TheDeadDistrict) July 22, 2020
A pesar de que este proyectil no llevaba carga explosiva y el disparo fue realizado desde una distancia de 2.600 metros, las consecuencias fueron del todo graves. El proyectil impactó contra la parte superior de la torre y causó una ráfaga de metralla que dejó gravemente herido al apuntador del tanque.
En particular, la metralla penetró el pecho del militar, afectando seriamente uno de sus pulmones. Además de ello, el hombre perdió varios dedos de su mano izquierda. En las fotos se puede apreciar que el impacto de proyectil también desgarró el visor térmico panorámico que estaba en la cima de la torre.
Por desgracia, cuando se trata de armas que incluso están pensadas para los entrenamientos, los errores pueden tener costos garrafales, tanto en el aspecto económico como humano. Eso fue lo que ocurrió cuando un técnico de mantenimiento lanzó por accidente un misil desde un avión Su-25 mientras este estaba aparcado. Este incidente quedó grabado en vídeo y dejó muertas a varias personas.
Otro incidente que acaparó los titulares de los medios fue el ocurrido en Bélgica, donde un técnico de mantenimiento disparó accidentalmente con el cañón de un caza F-16, cuyos proyectiles destruyeron a otros cazas en la base aérea.