El arresto del exasesor de Trump Steve Bannon y de tres de sus colegas del proyecto We Build The Wall (‘nosotros construimos el muro’, en español) para erigir un muro fronterizo con México ha tenido lugar menos de tres meses antes de las elecciones presidenciales, y no es una casualidad, opinan tres analistas.
Las acusaciones contra el exasesor del presidente de EEUU y uno de los principales arquitectos del proyecto del muro fronterizo de México, Steve Bannon, han surgido rápidamente y no han sido un accidente, sino una calculada jugada política, según estos tres analistas políticos han explicado a Sputnik.
Él y tres personas más fueron acusadas de fraude electrónico y de gastar indebidamente los fondos recaudados como parte del proyecto Nosotros construimos el muro. El Departamento de Justicia sospecha que Bannon ha transferido un millón de dólares de un total de 25 a su organización sin ánimo de lucro y que los ha gastado ilícitamente. Está acusado de conspirar para cometer fraude contra los donantes de la campaña.
Se trata de «claramente un golpe político» programado para perjudicar a Donald Trump y dañar sus posibilidades de reelección, cree Pamela Geller, activista política, comentarista y editora jefe del Geller Report. Destaca el hecho de que los cuatro hombres formaban parte del grupo que estaba trabajando en un proyecto para el muro fronterizo promocionado por Trump y, por tanto, desacreditarlos también podría perjudicar al presidente.
De acuerdo a Pamela Geller, Bannon es «inocente hasta que se demuestre su culpabilidad».
«El hecho de que Trump haya dejado claro que el proyecto del muro de Bannon no se aplica al muro que de verdad se está construyendo será prácticamente ignorado por unos medios de comunicación que están empeñados en difamar y destruir a Trump (…) El arresto de Bannon les da una herramienta útil que utilizarán para golpear a Trump [en el tema de la prevención de la migración ilegal]», cree Geller.
William Stroock, un autor y analista político, opina que el ataque contra Bannon es «otro intento desesperado» de los demócratas de encontrar una manera de atacar al mandatario antes de las elecciones. Pero al mismo tiempo, es poco probable que sus esfuerzos den sus frutos, ya que la atención pública está actualmente dirigida a otros asuntos, como la pandemia de coronavirus, los disturbios civiles y el estancamiento de la economía, añade el analista.
Además, los ciudadanos estadounidenses han desarrollado, opina, la llamada fatiga del escándalo, y apenas reaccionan a noticias como la del arresto de Bannon, resume Stroock.
El exoficial del Ejército de EEUU Scott Bennett cree que si los demócratas trataran de socavar la idea del muro fronterizo a través del caso contra la iniciativa Nosotros construimos el muro, no lograrían casi nada, ya que muchos estadounidenses apoyan los planes de Trump.
El analista califica los procesos como el abierto contra Bannon de «procedimientos operativos estándar» para el Departamento de Justicia en «casos de motivación política». Cree que Bannon y sus asociados serán sometidos a un proceso de «extorsión política». Se les presionará, sostiene, para que acusen al resto del grupo de haber cometido crímenes en los que nunca han participado, a cambio de libertad u otras preferencias, algo que ya podría haber sido utilizado contra otros asesores de Trump, insiste Bennett.
«De hecho, se hizo contra otros miembros del equipo de apoyo de Trump, incluyendo a Rodger Stone, George Papadopoulos, Carter Page, Paul Manafort y el general Michael Flynn», asegura el analista, añadiendo que no cree que ninguno de los cuatro hombres arrestados caiga en la supuesta oferta del Departamento de Justicia.
Bennett también admite que existe la posibilidad de que Bannon y sus colegas deliberadamente participasen en el fraude, aunque él personalmente piensa que no hubo juego sucio y sugiere que las transacciones supuestamente ilegales fueron en realidad costos típicos de la ejecución de una operación como el pago de los teléfonos o la electricidad.