Cancelación de obras, devolución de entradas y dificultades en la producción de eventos son tan solo algunos ejemplos de lo que ha enfrentado el mundo de las artes y espectáculos a lo largo y ancho del planeta, producto de la pandemia de COVID-19.
Fue así que nació Piso Seis, nombre que corresponde al nivel del edificio donde están los apartamentos de sus fundadoras. Un servicio de elaboración y venta de dos cócteles tradicionales: pisco sour, aperitivo preparado con pisco y zumo de limón, y sangría, un combinado de vino y frutas, cuyas recetas de autor son preparadas por dos emprendedoras.
«Creemos que, al estar tanto tiempo en encierro, las personas querían y buscaban una forma de llevar el bar o restaurante a sus casas, y pasar un buen momento, con quien estuvieran compartiendo el confinamiento y en las reuniones sociales virtuales por FaceTime, Zoom, etcétera», cuenta a Sputnik Valentina Aylwin, productora de eventos y cofundadora de Piso Seis.
Valentina y la actriz y profesora de baile Macarena Robles son dos jóvenes chilenas, amigas y vecinas que han debido adaptarse a estos tiempos de prolongada crisis sanitaria. «Claramente cambió todo ya que todos mis trabajos son superprácticos, súper de contacto, de diálogo, y de presencialidad absoluta», señala a Sputnik Macarena.
Quien añade que junto con las clases de danza que realiza en la Universidad Mayor, su trabajo de actriz le implica ensayar, preparar obras de teatro, estrenos y postulaciones a salas de teatro, «y todo eso cambió mucho, y ya no es posible seguir realizándolo, entonces evidentemente tuve que ponerme a pensar en otra forma de generar ingresos».
Junto con Valentina, su vecina en la comuna de Ñuñoa, en Santiago, con quien se juntaba a comer, tomarse un aperitivo y a conversar, comenzaron a buscar una forma de trabajar y hacerse de un sueldo.
Y fue precisamente la posibilidad de reunirse, por vivir solas, y de distenderse un rato, en medio de la pandemia y «un contexto que genera tanta ansiedad, tanto estrés y también es súper bajo presión y todo mucha tensión», les dio la idea, detalla Macarena.
¿Cómo emprender en tiempos de crisis?
Junto con llevar un cóctel tradicional a la casa, las jóvenes querían colaborar con el buen ánimo de las personas. «En cuanto al contexto social se vio en evidencia las carencias en todo sentido, y por lo mismo pensamos en que quizás podíamos regalarle a la gente un momento agradable, de disfrutar con algo rico para poder compartir si estaban solos, o si estaban con más gente, poder compartir y pasar un ratito delicioso en su cuarentena», puntualiza Macarena.
«Creo que el plus de nuestro emprendimiento, el brillo que tiene es que también preparamos todo con mucha dedicación, nos preocupamos mucho de la presentación, del sabor, de que todo esté fresco. Son productos 100% artesanales, los preparamos nosotras mismas. Todo es casero, todo está recién exprimido, los limones, todo es con frutas frescas», detalla Macarena.
«Son 100% naturales, salen recién hechos, con las mejores materias primas, a la puerta de la casa. Tenemos diferentes formatos y packing que nos ayuda mucho para que se envíen como regalo. Generando personalizar cada envío», recalca Valentina.
Además, explica Macarena ponen mucho énfasis en los detalles, se preocupan de cada pedido: a quién va, dónde va, con quién va, y tratan de enviarlo siempre a la hora en que se necesita.
«Creo que los detalles son los que le suben la calidad inmediatamente al producto y al servicio en general. Nos damos el tiempo también de poder atender cada necesidad. Eso yo creo que es el valor agregado, ese es nuestro plus, por eso no es igual a todos los otros emprendimientos», opina la actriz.
Emprendimiento social
Para estas emprendedoras la posibilidad de poder reciclar y con ello poder cuidar el medioambiente es parte del negocio. «Trabajamos con las tres R: reutilizar, reducir, reciclar».
«Reciclamos casi todo lo que ultimamos en el proceso de producción. Y para el cliente le damos la opción que en su segunda compra pueda retornar el envase y tiene descuento», detalla Valentina.
Junto con este emprendimiento, Macarena, trabaja como voluntaria y coordinadora en una campaña solidaria que nace en el contexto de pandemia. «Surge al ver las necesidades de la gente, al ver que la gente efectivamente está pasando hambre, lo está pasando mal, hay mucha gente que no puede trabajar o que no tiene los medios para simplemente poder llevar comida a su mesa día a día».Un proyecto donde participan en su gran mayoría exalumnos del liceo experimental Manuel de Salas, donde estudió Macarena, y que va en ayuda de más de 45 familias y personas en situación de calle de la comuna del Bosque, en la población 30 de mayo.
«Ahora la ayuda de todo esto fue no solamente llevar una caja con arroz, fideos y salsa de tomate, sino también pensar en lo que muchas veces no se piensa, que tiene que ver con las necesidades de, por ejemplo, higiene. Si hay adultes, pañales de adulto, si hay niños, pañales, si hay mujeres o personas menstruantes también toallas higiénicas, etc.»
La actriz detalla que también se preocupan que en las cajas vaya comida de gatos o perros en el caso que la familia tenga mascotas, «tratamos de que sea superpersonalizado, al igual que con el emprendimiento, yo creo que los detalles sí hacen la diferencia. Entonces también atendemos o tratamos de cubrir y atender a las necesidades particulares de cada familia».
Para ella lo que ha pasado desde octubre hasta ahora «ha sido un remezón tremendo, ha sido un aprendizaje permanente, constante». Porque reveló las desigualdades e injusticias en todo ámbito, que se viven en su país, y que hoy en el contexto de la pandemia se han profundizado.
«La desigualdad en Chile es tremenda, y es algo que a mí me llena de impotencia, me llena de rabia, me llena de ganas de seguir luchando para que esto cambie, y parte desde algo supersencillo, que tiene que ver con vernos como personas», explica Macarena.
Para ello, la joven emprendedora cree que se necesita empatía, y conciencia social. «Necesitamos darnos cuenta de los privilegios que tenemos, y si los tenemos también no solo agradecerlos y aprovecharlos, sino que ser muy conscientes de que no todes tienen los mismo, y que no todes pueden acceder a lo mismo. Lamentablemente, es por eso que por lo menos personalmente busco de la manera en que pueda siempre ayudar, apoyar, para que la dignidad se haga costumbre», concluye.
Por Carolina Trejo – Licenciada en Historia y Comunicación Social y Periodismo. Ha sido periodista de investigación y realizadora en televisión durante los últimos 20 años. Comenzó en 1997 en el programa de reportajes con más antigüedad de la televisión pública chilena, Informe Especial y luego se incorporó al área de reportajes de Canal 13, donde ejerció de directora, editora y guionista en diferentes proyectos documentales. Ha recibido premios del Consejo Nacional de Televisión de Chile, fue finalista del Premio Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo en 2014. Actualmente es corresponsal de Sputnik en Chile y académica de la Escuela de Periodismo de La Universidad de Chile y la Universidad de Santiago.