Debate público | Los elementos que no pueden quedar fuera de la discusión sobre la reforma de pensiones

SANTIAGO – Mejorar los montos de jubilación ha sido una de las grandes banderas de lucha del movimiento social durante los últimos años, impulsando algunas de las mayores manifestaciones así como numerosas comisiones y proyectos, que sin embargo no han podido resolver las demandas. Ante la reapertura del debate, tres académicos de la U. de Chile se posicionan sobre aspectos que sí o sí deben estar presentes, destacando el consenso respecto al fortalecimiento del componente solidario.

No cabe duda de que una de las principales problemáticas sociales en nuestro país actualmente radica en el sistema previsional, debido a los bajos montos de muchas de las pensiones que se entregan a quienes se han jubilado. Tanto así, que durante las jornadas más álgidas del estallido social, las banderas chilenas y mapuche y las consignas de «Chile Despertó» convivieron con las amarillas del movimiento «No + AFP».

El contexto de la pandemia y la crisis económica que ha generado sólo empeoró el panorama, abriendo no sólo el debate del retiro de parte de los fondos ahorrados en el sistema de capitalización individual, sino también las dudas sobre la capacidad de dar abasto ante el aumento del desempleo y las lagunas que generará en las cotizaciones de cientos de miles de personas.

Al respecto, el profesor José Luis Ruiz, del Departamento de Administración de la Facultad de Economía y Negocios, aseguró que la urgencia radica en «tomar medidas que permitan aumentar el valor esperado de las pensiones. Estamos muy atrasados en la discusión e implementación. Ya el diagnóstico ha sido suficientemente claro en los últimos 3 o 4 gobiernos, lo que falta hacer es tomar medidas».

En este sentido, el académico aseguró que será crucial avanzar hacia «un sistema con mayores grados de solidaridad. Si bien no es lo más eficiente que los mismos cotizantes financien a quienes tienen menos, ya que la eficiencia dicta que la mejor manera sería a través de impuestos generales debido a que la crisis económica dificultará contar con esos recursos del Estado, la sociedad tiene que llegar a un acuerdo para que haya transferencias entre generaciones e intrageneraciones, compartiendo riesgos y con fondos que permitan apoyar a quienes están en los últimos puestos».

Consultado sobre qué aspecto no puede quedar fuera de la mesa, el profesor Antoine Maillet, académico del Instituto de Asuntos Públicos, hizo hincapié inmediatamente en la solidaridad, seguido de un aumento del ahorro previsional. «No hay por dónde escapar a esto ya que con el actual monto de cotización es muy difícil hacer buenas pensiones, y para que sea legítimo este aumento, debe ser repartido de cierta forma con cargo al empleador y con el destino de un fondo solidario intergeneracional, bajo un principio solidario«.

El académico también destacó la importancia de aumentar el monto mínimo que se recibe. «La pensión básica solidaria, como se llama desde la reforma del 2008, tiene que tener un  aumento drástico, y el horizonte puede ser el salario mínimo por lo menos. No estamos hablando ahí del sistema de pensión ideal, pero es un horizonte posible y un avance paso a paso».

En una línea similar el profesor Luis Lizama, de la Facultad de Derecho, destacó como un hito la creación el año 2008 del Pilar Solidario, al incorporar por primera vez un mecanismo mediante el cual el Estado financia prestaciones a una población que por distintos motivos no había podido acumular ahorros para financiar su jubilación, como dueñas de casa, o personas con lagunas previsionales.

Al respecto, el académico afirmó que «ese pilar hay que fortalecerlo definitivamente. Toda la demanda de la sociedad apunta a que es posible mantener un sistema combinado o mixto, que tenga una capitalización individual con las AFP, bajo administración pública o privada, pero que exista un pilar solidario con cargo a recursos públicos que financien pensiones para quienes no han tenido estabilidad laboral».

Las pensiones del futuro

Para el profesor Lizama resulta de especial importancia contar con mecanismos para asegurar las pensiones de quienes no puedan ahorrar, en particular en el marco de la actual crisis económica y sanitaria. «Si uno mira lo que viene, la gran pregunta será cómo generamos empleo suficiente para dar trabajo a la población, y nuestro modelo de pensiones tiene mucho que ver con el mercado laboral. Si tienes tanto desempleo, estás condenando a esas personas a no tener recursos para cuando envejezcan, porque en un régimen de ahorro individual lo relevante es que durante mi vida como trabajador tenga ocupación».

En este sentido explicó que «una salida razonable es combinar ambos modelos: un sistema de ahorro individual con un sistema solidario donde aquellas personas que sin poder ahorrar puedan tener acceso a una pensión para su retiro».

Respecto a la propuesta de recurrir a un aumento del IVA para financiar las pensiones, el profesor Ruiz aseguró que debido a que se requerirán medidas pro-empleo tras la pandemia y ello podría llevar a postergar la posibilidad de aumentar los porcentajes de cotización, elevar la tasa del IVA permitiría potenciar las arcas fiscales y contar con recursos frescos.

«Si bien se dice que es un impuesto regresivo, porque los más pobres gastan un mayor porcentaje de su sueldo en consumo, también son ellos quienes más reciben una transferencia desde el Estado, por lo tanto no sería tan regresiva, y si bien en otros países como Japón esta propuesta golpeó el consumo, también es cierto que en Chile el consumo es mucho más amplio por lo que no debería tener los mismos efectos», afirmó.

Finalmente el académico de la FEN aseguró que muy probablemente el país deberá abrirse a discutir un aumento en la edad de jubilación, tal como se ha hecho en otros países, debido al constante aumento de la expectativa de vida y el consiguiente aumento de los años de pensiones que se deben cubrir.

Consultado sobre los problemas que muchas veces tienen las personas de mayor edad de acceder a trabajos con buenas condiciones salariales o laborales, el profesor Ruiz aseguró que «se requiere un mercado laboral capaz de absorber una masa de personas que seguirá trabajando y eso significa crear condiciones laborales para por ejemplo que el retiro sea gradual no binario hoy trabajo y mañana no. Se necesitan condiciones que permitan que la gente esté dispuesta a renunciar a parte de su salario y la salida sea gradual: bajar a ¾ de jornada, ½ jornada» de manera de tener flexibilidad laboral pero asegurando condiciones dignas de trabajo.

«Este tema de las pensiones es complejo porque roza muchas aristas y arreglar el sistema es un tema profundo que requiere corregir el mercado laboral, aumentar la productividad para que reciban mejores salarios, al final no es solo ajustes paramétricos, hay que avanzar con ingenio en múltiples dimensiones con un conjunto de medidas, no es solo una variable», finalizó.


Por Felipe Ramírez – U. de Chile