El profesor de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, Ricardo Maccioni, es el líder del proyecto a partir del cual a partir del próximo año -esperan los científicos- los pacientes podrán conocer si padecen la enfermedad, e incluso predecir si la desarrollarán en el futuro. Todo esto en base a la detección del comportamiento de una molécula clave en el desarrollo de la enfermedad: la proteína TAU.
Una muestra de sangre mínimamente invasiva, como cualquier otro examen de rutina. Así de sencillo será el mecanismo de detección de la Enfermedad de Alzheimer (EA) gracias al desarrollo de un test por parte de un equipo de científicos encabezados por el profesor de la U. de Chile Ricardo Maccioni.
En un trabajo colaborativo entre la Facultad de Ciencias y el Hospital Clínico del plantel, junto al Centro Internacional de Biomedicina (ICC), y en base a una trayectoria científica investigando las razones del desarrollo de esta enfermedad, es que el equipo que encabeza el profesor Maccioni ya ha desarrollado cinco ensayos clínicos del test que con una muestra de sangre puede detectar la presencia de un biomarcador al que le vienen siguiendo la pista desde hace más de una década: la proteína TAU.
Como detalla el académico, la EA y otras demencias se deben «a que ocurren alteraciones bioquímicas en el cerebro, y que esa proteína se autoensambla y comienza a crear polímeros propios que no son fisiológicos»; motivo por el cual, insiste, el camino en miras a la prevención o a terapias para estas patologías deben apuntar a «poder controlar ese proceso».
¿En qué consiste la tecnología denominada «Alz Tau®»? Como detalla el profesor de la Facultad de Ciencias, es un sistema que consta de dos kits: «uno es para preparar la proteína plaquetaria. Una vez que la tienes, eso se puede congelar, por si no quieres procesar una muestra a la vez». El segundo kit es para hacer «el análisis que te dice cuál es el valor que tiene estas variantes de la proteína TAU, y este examen te va a arrojar un valor y te va a decir el nivel».
Así, esta propuesta científica se posiciona como una alternativa «única en el mundo que con una tecnología sencilla permite tener información certera y predictiva, no solamente de diagnóstico sino que de detención temprana», hasta de 10 años de antelación, detalló el profesor Maccioni respecto al abordaje de esta enfermedad que a la fecha ha sido diagnosticada en el 1,06 por ciento de la población en Chile, cifra que se proyecta que aumentará a 3,1 por ciento para el 2025.
La proteína TAU como biomarcador y espejo del cerebro
El test se basa en la presencia de alto o bajo peso molecular de esta proteína, todo de la mano de algoritmos. «El biomarcador consiste en calcular especies de alto peso molecular y bajo peso molecular de la proteína TAU, que indica que en casos de Alzheimer domina la especie del alto, y eso tiene una correlación con cerca del 90 por ciento», detalló el académico.
Esto se relaciona además con otro hallazgo: «hemos demostrado que lo que ocurre en la sangre del paciente con el marcador, es lo mismo que está ocurriendo en el cerebro, donde se reflejan los cambios que le están ocurriendo a la persona, quien muchas veces no ha manifestado síntomas de la enfermedad, sino que en una fase pre clínica, podemos ya en ese nivel detectar este tipo de cambios y poder medirlo, lo cual ofrece la posibilidad de tratamiento temprano de modo de ofrecer una mejor calidad de vida, retrasando el comienzo de la enfermedad, incluso frenándola del todo».
Desde ese punto de vista, añade el especialista, «esta es una tecnología que es revolucionaria, no hay otra que sea similar, salvo las que han producido en Estados Unidos utilizando equipos de alto costo».
Aplicable a la realidad local
El equipo desarrollador de la tecnología Alz Tau® se encuentra en diálogo con las autoridades sanitarias a fin de poder implementarla en el sistema público. «Esto no puede ser un privilegio de unos pocos, sino que tiene que ser abierto a toda la comunidad porque es una patología que afecta a ricos y pobres», indicó el profesor Maccioni, relevando que el test es aplicable a la realidad local dado que es «una tecnología a escala humana, aterrizada para un país como el nuestro».
En el marco del desarrollo de este proyecto, que cuenta con el financiamiento del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, FONDEF IDeA, el rol del Hospital Clínico de la U. de Chile ha sido el trabajo con pacientes del establecimiento, quienes con su consentimiento van a poder aportar información sobre la marcha blanca del test que, espera el equipo del profesor Maccioni, pueda implementarse en hospitales de diferente complejidad a contar del próximo año. «Hemos previsto todas las posibilidades, que se pueda desarrollar para centros bien equipados, y para centros no tan bien equipados», concluyó el especialista.