LA PAZ (Sputnik) — El economista delfín de Evo Morales, el intelectual favorito de las clases medias acomodadas y el paladín ultraconservador de las protestas cívicas se han erigido como los tres principales candidatos a la Presidencia de Bolivia, cargo que, tras un año de crisis política, se dirimirá en las elecciones de este 18 de octubre.
Luis Arce, el ministro de Economía en 12 de los 14 años de la gestión de Morales y reconocido gestor de la evonomics, como llamaron medios internacionales al boom de estabilidad, crecimiento y disminución de la pobreza y la desigualdad recientes, es el favorito según las encuestas.
Carlos Mesa Gisbert, un historiador y periodista autodidacta que ya fue derrotado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones de 2019 —anuladas luego por denuncias de fraude—, vuelve a plantarse como el conservador mejor perfilado contra el masismo, tratando de concentrar votos para, al menos, forzar un balotaje.
El abogado y empresario Luis Fernando Camacho, surgido del liderazgo del Comité Cívico de Santa Cruz (este) y de un grupo juvenil de choque de esa organización regional, se ha erigido como el tercero en disputa, que podría ganar fuerza parlamentaria para disputar espacios de poder.