El alza de tipos de interés en EE.UU. atrae a los inversores internacionales en el mercado de los bonos estadounidenses y podría causar crisis en América Latina.
La consecuencia es una fuga de capitales de las economías emergentes que obliga a sus respectivos bancos centrales a subir los tipos de interés para frenar la salida y evitar la depreciación de la divisa y la inflación. El resultado: recesión y/o crisis financiera.
En América Latina, más susceptible que ninguna otra región a las decisiones financieras de EE.UU., ya han saltado las alarmas de una crisis financiera, según publica el diario español La Vanguardia.
Tras una recesión provocada por la caída de precio de las materias primas, una nueva fase de subidas de tipos de interés amenaza con convertir el lustro de estancamiento en América Latina en otra década perdida.
Argentina se ha visto forzada a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) tras una devaluación de su divisa. Los tipos de interés ya rebasan el 40 %, y los economistas de Goldman Sachs indican que la crisis “dejará secuelas financieras a largo plazo”, forzando a elevados tipos de interés durante un periodo largo. La ayuda del FMI aunque resolverá el problema a corto plazo, elevará el riesgo de una crisis financiera y una rebelión política.