La periodista aseguró que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue obligado por su secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, a fin de negociar la liberación de su antecesor, Salvador Cienfuegos Zepeda, quien fue acusado de narcotráfico en EEUU.
La reportera indicó que tiene informes de que el actual titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) alertó a López Obrador sobre el profundo descontento que causó entre las Fuerzas Armadas la detención de Cienfuegos Zepeda, al punto de forzar al presidente a negociar con Washington su repatriación a México.
Hernández afirma que existen evidencias de esa presión al observar el cambio en la opinión de López Obrador sobre el arresto del general. El 16 de octubre, el mandatario parecía contento, al punto de utilizar el hecho como ejemplo «de la descomposición del régimen». Ese día también habló de limpiar al Ejército y dar con quienes estuvieran vinculados a Cienfuegos, pues los cargos eran graves y él dijo no estar dispuesto a «encubrir a nadie».
La autora del reciente y polémico libro El traidor, afirmó que Crescencio Sandoval habría llamado al presidente para expresarle que estaba perdiendo control sobre el Ejército.
Así, al día siguiente en gira por Oaxaca, López Obrador dijo que esperaría las pruebas sobre la presunta conducta criminal del general. Del mismo modo, consideró que sus acciones no manchaban al resto del Ejército. Incluso arremetió contra la Administración del Control de Drogas estadounidense (DEA), a quien acusó de decidir «como Juan por su casa» sobre los operativos que las Fuerzas Armadas ejecutaban.
Al respecto, la periodista indicó que, si López Obrador pretendía cumplir su promesa de una limpia de las Fuerzas Armadas, estaba obligado a despedir primero a su secretario de la Defensa, pues era alguien muy cercano al general Cienfuegos.
Hernández también se expresó sobre las reformas a la Ley de Seguridad Nacional, las cuales limitan la acción de agentes extranjeros en México. Según sus investigaciones, la reforma ya sé conoce entre las autoridades estadounidenses como la Ley Cienfuegos, debido a que la consideran una respuesta a la detención del general, pues Washington no informó a México sobre sus pesquisas contra el extitular de la Sedena.
Salvador Cienfuegos Zepeda fue arrestado el 15 de octubre en California. El Departamento de Justicia estadounidense lo acusó de distribuir narcóticos y colaborar con el Cártel H-2, remanente de Los Beltrán Leyva. Sin embargo, a un día de su juicio, los cargos fueron desestimados debido a negociaciones del Gobierno mexicano con Washington.
Actualmente, el general se encuentra libre en México, donde se espera sea investigado por los mismos delitos por los cuales fue acusado en Estados Unidos.