En estas últimas semanas se han dado a conocer los trabajos de diversos colectivos sobre las proyecciones para el Chile que se desea reconstruir. Universidades, fundaciones y organismos internacionales han convocado a ciudadanos para expresar sus opiniones e ir aportando a una gran discusión nacional sobre temas relevantes para el país. En todos ellos, aparece la educación como uno de los tópicos centrales a abordar.
Un estudio a destacar, es el que han estado promoviendo los rectores de las Universidades de Chile y de la P. U.Católica, bajo el título: “Tenemos que hablar de Chile”, cuyas diferentes metodologías, han ido recogiendo opiniones y resultados en los que ya se vislumbran pistas importantes sobre lo que realmente le interesa a la ciudadanía.
Hasta el momento se han extraído seis “hallazgos” que son alentadores: 1) Se detecta una mirada esperanzadora dentro del ambiente de incertidumbre en que estamos; 2) Se reconoce el Estado como meramente responsivo evidenciándose la necesidad de cambio en su relación con las personas; 3) Se valora lo diverso porque nos complementa y no divide; 4) Se visualiza que el desafío central de una nueva Constitución, es una nueva política; 5) Se concibe la educación como proyecto país, básica para una transformación social; 6) Se considera que el modelo económico debe surgir desde lo micro, no de nociones abstractas como los indicadores macroeconómicos.
Respecto al “hallazgo” referido a la educación, se señala que es el más frecuente en las conversaciones, y que hay un anhelo de cambio de la sociedad que estamos construyendo, “en las formas en las que debemos tratarnos, en la necesidad de respeto y de convivencia con otros. En función a ello, se visualiza la educación “como el camino para cambiar la sociedad”.
Tremendamente importante es que estos sectores ciudadanos que están participando, tengan esta visión de la educación, y no la mirada reduccionista que habitualmente se ha tenido centrada en ciertos contenidos disciplinarios, dejando de lado los valores, el bien común, el desarrollo sostenible, y el bienestar de todos, sustentados en los Derechos Humanos y en la equidad.
Por ello pensamos, que este sentir y pensar colectivo es un hermoso “regalo” de Navidad en el fin de este año tan duro que hemos tenido. Este levantar la vista, buscar la utopía, creer que podemos tener un Chile mejor, es esperanzador.
Ojalá sigan sumándose más chilenos y chilenas a estos diálogos y lleguen a pensamientos similares, para que el 2021, se constituya en un año de efectivo para que, desde la educación y otras instancias, construyamos una sociedad mucho más humana.
LA OPINIÓN DE LA AUTORA NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN
Por Dra. María Victoria Peralta – Académica de la UCEN. Primera educadora de párvulos en obtener el Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2019. Educadora de Párvulos y Profesora de Estado en Educación Musical de la U. de Chile. Es también magíster en Ciencias de la Educación, en Ciencias Sociales mención Antropología Social y Doctora en Educación.