SANTIAGO – El 18 de diciembre, la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas de la U. de Chile emitió una declaración pública donde reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de las personas migrantes. El pasado martes, además, firmó junto a organizaciones y parlamentarios un requerimiento de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (TC) frente al proyecto de ley impulsado por el Ejecutivo.
“Este es un Día internacional del migrante que en Chile debería celebrarse con júbilo, pensando en que las migraciones son parte de la sociedad moderna, que traen consigo saberes, conocimientos, afectos, cultura, que vinculadas con lo que tenemos nosotros como sociedad, debiera producir una forma intercultural de vivir, que sin duda enriquecen al país, y sin embargo, estamos en un día triste”, reflexiona la socióloga María Emilia Tijoux, coordinadora de la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas, aludiendo al complejo escenario que hoy viven las personas migrantes en nuestro país y al rechazo que junto a organizaciones sociales han hecho del proyecto de ley de Migración y Extranjería propuesto por el ejecutivo.
Este martes, junto a parlamentarios de oposición y abogados constitucionalistas – Patricio Zapata, Martín Canessa, Jaime Bassa y Jaime Gajardo- se presentó un requerimiento de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (TC) del proyecto, impugnando en total 13 artículos. Entre las razones está la vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes, pues no habría “una protección a la niñez cuando esta acompaña a una persona que es retornada o es expulsada y, además, desconoce la competencia que tienen los tribunales de familia para adoptar las medidas de protección que correspondan”.
Además, señalaron, “se crea el Servicio Nacional de Migraciones, sin embargo, mantiene la potestad al Subsecretario del Interior de expulsar a extranjeros sin una causa legal definida, sino meramente por razones de seguridad interior o exterior las que calificaría él mismo, por sí y ante sí”.
El requerimiento fue apoyado, entre otras agrupaciones, por la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Pro migrantes, la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, el Movimiento Acción Migrante y la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas de la U. de Chile, dependiente de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, quienes además emitieron este viernes una declaración pública en el Día Internacional del Migrante que titularon “por un mundo con igualdad y sin racismo”.
En ella, la cátedra volvió a reafirmar su compromiso con la lucha en la defensa de los derechos de las personas migrantes quienes desde hace años en Chile deben soportar vivir en un clima hostil, siendo tratados continuamente como “ilegales” lo que se ha visto, sin duda, agudizado por la crisis sanitaria y social, tras la revuelta del 18 de octubre de 2019, denuncia la académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, María Emilia Tijoux.
“Muchos migrantes han tenido trabajos de cuidados en Chile, son quienes traen nuestros alimentos, los sanitizan, limpian las calles, trabajan en los sectores donde hay mayores riesgos de contagio, están en las bombas de bencina, en las panaderías, en muchos negocios y lugares de servicio, trabajando sacrificadamente y exponiendo su vida de una manera terrible y sin embargo están completamente abandonados por el Estado, por el gobierno y las instituciones, pero también por el resto de la sociedad que los sigue maltratando, insultandolos, tratándolos de invasores y enemigos”, plantea Tijoux.
“Es muy duro, porque si bien la existencia de una ley migratoria es necesaria, reconocemos que no basta con eso y que el trabajo es de largo plazo y es un cambio que parte por nosotros mismos, por el racismo enraizado que existe en Chile y que no sólo es en contra los migrantes sino también contra nuestros propios pueblos originarios y afrodescendientes”, agrega la doctora en Sociología.
En la declaración pública emitida por la Cátedra de Racismo y Migraciones se hacen alusiones concretas a los casos fatales de migrantes quienes ven su vida malograda tras el esfuerzo por cruzar la frontera. “Los miles de migrantes muertos a lo largo y ancho de este continente son el resultado de políticas migratorias criminales que hoy se erigen como un recurso desesperado por parte de gobiernos que muestran aquí, de manera clara, su agenda antiderechos humanos. Las huellas de Yusely Ynestroza y Maribel Pujols, dos mujeres que perdieron la vida trazando su camino a través de la inhumana frontera norte de Chile, y las heridas infinitas que abren semana tras semana las mujeres, hombres y niños desaparecidos en el caribe venezolano no se extinguirán; ya son nuestra historia”.
En cuanto al proyecto de Ley Migratoria y de Extranjería, María Emilia Tijoux, lo rechaza enfáticamente. “No son las personas migrantes las que son ilegales, como siempre se dicen, es la ley la que es ilegal. Los trece artículos tienen condición de ilegalidad y colocan en una situación de muchas exposición a las personas migrantes. Las expone al racismo en sus distintas manifestaciones, al racismo laboral, a la trata laboral y al tráfico ilegal de personas, las expone a los abusos, insultos, violencias. No tienen derecho, por ejemplo, a participar del proceso constituyente ni siquiera si han vivido en Chile durante cinco años, tampoco contempla el derecho a vivienda para los extranjeros, porque sólo habla de propiedad y nos los deja alquilar”, explica Tijoux.
“No es una ley migratoria, sino que son sólo restricciones de Extranjería, se preocupa solo de como poder regular, limitar, obstaculizar y colocar a las personas migrantes en situaciones extremadamente complejas y poco dignas”. concluye.