Un estudio de obituarios estadounidenses ha revelado que las personas religiosas vivieron casi cuatro años más que las no religiosas.
La investigación fue publicada en la revista Social Psychological and Personality Science.
La diferencia fue calculada mediante un análisis de más de 1.000 obituarios de todo el país después de tener en cuenta el sexo y el estado civil de los fallecidos, dos factores que tienen fuertes efectos en la esperanza de vida.
«La afiliación religiosa tuvo un efecto casi tan fuerte sobre la longevidad como el género», dijo Laura Wallace, autora principal del estudio y estudiante de doctorado en Psicología en la Universidad Estatal de Ohio.
El estudio incluyó 1.096 obituarios provenientes de 42 de las principales ciudades de Estados Unidos publicados en sitios web de periódicos entre agosto de 2010 y agosto de 2011. Resultó que las personas cuyos obituarios mencionaron una filiación religiosa vivieron un promedio de 5,64 años más que aquellas cuyos obituarios no contenían esta mención. La cifra se redujo a los 3,82 años tras tener en cuenta el sexo y el estado civil de los fallecidos.
Los investigadores descubrieron que parte de la razón del aumento en la longevidad provenía del hecho de que muchas personas religiosas también trabajaban como voluntarias o pertenecían a organizaciones sociales.
No obstante, esta no es la única razón, dado que este fenómeno también podría estar relacionado con las reglas y normas de muchas religiones, que restringen las prácticas poco saludables como el consumo de alcohol, las drogas o el sexo no seguro.
Además, muchas religiones promueven prácticas para reducir el estrés que pueden mejorar la salud, como la gratitud, la oración o la meditación.