En medio de la tendencia mundial que intenta poner fin a la invasión del plástico, especialmente en los océanos, donde cada minuto llega el equivalente a la carga de un camión de basura, Greenpeace destacó la iniciativa que empresas icónicas del mundo están adoptando para frenar el que es considerada la batalla medioambiental más importante que hoy enfrenta la humanidad.
“La situación es dramática si se toma en cuenta que para el año 2020 la producción mundial de plástico rondará los 500 millones de toneladas. La cifra equivale a un 900% más de plástico de lo que se producía en 1980. El problema se ha extendido a nivel planetario debido a la fácil dispersión que tiene el plástico, su lento proceso de degradación y el hecho de que buena parte solo se utiliza una vez y por pocos minutos”, explicó Soledad Acuña, vocera de la campaña antiplásticos de Greenpeace.
Por eso desde Greenpeace han destacado los anuncios que empresas icónicos a nivel mundial han hecho y que buscan mitigar el severo impacto medioambiental que hoy tiene el plástico. Como McDonald’s, que anunció que en sus locales del Reino Unido comenzará eliminará las bombillas plásticas el 2019. “Sin embargo, McDonald’s necesita acelerar el ritmo para reducir su enorme huella plástica a nivel global. Eso significa abandonar las bombillas de plástico en todo el mundo”, señaló Louise Edge, de la campaña océanos de Greenpeace en el Reino Unido.
A la decisión focalizada del gigante de comida rápida se suma la reconocida compañía de cruceros Royal Caribbean, que informó que también eliminará el uso de bombillas de plástico en toda su flota antes de fin de año, reemplazándolas por sustitutos hechos de papel.
Otra marca que hizo un anuncio relevante fue la icónica multinacional sueca IKEA, dedicada a la fabricación y venta de muebles y objetos de decoración para el hogar, empresa que ha anunciado su próxima llegada a Chile. La compañía ha dicho que de aquí a fines de 2019 dejará de vender utensilios de plástico de un solo uso, por que saldrán de sus estanterías artículos tan comunes como bombillas, vasos y cubiertos de plástico.
“Existe una responsabilidad corporativa que no se puede eludir”, señaló Soledad Acuña, agregando que “necesitamos que la industria chilena comience a liderar el cambio e implemente a la brevedad estrategias innovadoras para no seguir elaborando este material que ha terminado por invadir nuestros mares. Lamentablemente, hasta ahora es un liderazgo que no se ve. Claramente hay falta de audacia y compromiso para enfrentar el problema”.
Fuente: Greenpeace