Unos documentos confidenciales de la agencia de inteligencia estadounidense, ahora desclasificados, muestran que el régimen militar brasileño planeó conjuntamente con el presidente Richard Nixon el golpe contra Salvador Allende en Chile.
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Los documentos, desclasificados por el Archivo Nacional de Seguridad de EEUU con motivo del 57 aniversario del golpe militar en Brasil, revelan el papel del Gobierno militar de Brasil de entonces en subvertir la democracia y apoyar la dictadura en el país vecino.
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Allende gobernó Chile entre los años de 1970 y 1973, cuando fue derrocado a raíz de un golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet, jefe de las Fuerzas Armadas del país.
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Entre los documentos desclasificados se encuentra un informe de la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, sobre unas reuniones entre oficiales militares brasileños y estadounidenses en 1971. En el marco de una de ellas, un oficial del país suramericano dice creer que «Estados Unidos obviamente desea que Brasil ‘haga el trabajo sucio‘ en América del Sur».
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Otro documento destacado es el memorando de una reunión que se realizó en diciembre de 1971 en la Casa Blanca entre el presidente de EEUU, Nixon, y el líder de la dictadura brasileña, el general Emílio Garrastazu Médici. En el marco del encuentro, discutieron la venidera caída de Allende.
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En aquella ocasión, Médici le dijo a Nixon que Allende sería depuesto «por la misma razón por la que [el presidente João] Goulart fue depuesto en Brasil». Goulart fue derrocado en 1964 por un golpe militar que estableció una sangrienta dictadura en Brasil que duró hasta 1985.
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Se ha desclasificado, además, un telegrama enviado en marzo de 1971 por el entonces embajador de Chile en Brasil, Raúl Rettig, al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país. El mensaje telegráfico se titulaba «Fuerzas Armadas brasileñas posiblemente realizando estudios sobre la introducción de guerrillas en Chile«.
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En la misiva, clasificada como «estrictamente confidencial», Rettig afirmaba que el Ejército brasileño consideraba la posibilidad de derrocar a Allende. El diplomático también informaba que varios agentes brasileños se estaban infiltrando en Chile como turistas para recabar información privilegiada. Además, relató que había en Brasil una sala de operaciones para planificar el golpe contra el presidente chileno.
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EEUU contra la «amenaza roja»
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«En ese momento existía la doctrina Nixon, que apuntaba a la necesidad de que Estados Unidos subcontratara poderes regionales aliados con la responsabilidad de contener al comunismo», explicó a Sputnik Paulo Velasco, politólogo y coordinador del programa de posgrado en relaciones internacionales de la Universidad Estatal de Río de Janeiro.
Según el investigador, el principal motivador para el traspaso de esta responsabilidad fue el endeudamiento norteamericano con la guerra de Vietnam.
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«Mirando a América Latina, la gran potencia aliada fue Brasil», agregó Velasco.
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Aún de acuerdo con el académico, Washington siempre vio a América Latina como un área de influencia que debía mantenerse al margen de la llamada «amenaza roja».
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«Estados Unidos incluso se prestó a intervenciones militares para derrocar gobiernos que podrían terminar llevando a algunos países latinoamericanos a la órbita soviética», concluyó Velasco.
