ÑUÑOA – Lucía Rey o Lucy como le dicen sus cercanos, es una madre como cualquier otra, con gran capacidad de entrega por sus tres hijos y actualmente para sus siete nietos. Sin embargo, quisimos destacar su historia como mujer que ha sido madre más allá de sus hijos.
A Lucy no le gusta hablar de su edad, pero su experiencia de vida habla por sí sola. Ella es hija de inmigrantes españoles, que llegaron a Chile escapando de la Guerra Civil Española. Durante toda su vida se ha volcado a diferentes voluntariados, como apoyo a niños del área de Oncología de los Hospitales Luis Calvo Mackenna y San Juan de Dios, le enseñó a leer la catequesis a varios niños de familias vulnerables en la parroquia San Juan, y colaboró varios años en talleres para niños y adolescentes en el Teatro San Ginés, con el objetivo de recaudar fondos para los más pequeños en su proceso de rehabilitación física producto de diversas lesiones.
«Una de las cosas que más me marcó cuando era niño, es su disposición a ayudar a aquellas personas que no tienen un techo, no se siente tranquila solo aportando dinero, sino que busca algo más duradero, como compañía, un oído que escuche sus problemas y/o ropa que los abrigue del frío», comenta su hijo Juan Pablo Sáez, reconocido actor, gestor cultural y candidato a alcalde por Ñuñoa, y agrega que ella es la persona que le enseñó «el valor de la vocación social, la importancia de aportar con lo que los demás no pueden hacer, y aprovechar las posibilidades que me ha dado la vida para lograrlo, transformado la vocación en responsabilidad».