La dieta mediterránea, alabada por la calidad de sus ingredientes, el sabor de sus platos y los beneficios para la salud, podría ser la respuesta también para la disfunción eréctil, así lo demostró una nueva investigación.
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El estudio, presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) llevado a cabo a finales de agosto, evaluó el efecto que tiene la dieta mediterránea, basada en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y aceite de oliva, en hombres de mediana edad con hipertensión arterial y disfunción eréctil.
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Los hombres que sufren de disfunción eréctil no consiguen lograr una erección lo suficientemente intensa y duradera como para poder mantener una relación sexual completa y satisfactoria en más de la mitad de los intentos.
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Esta condición está estrechamente relacionada con probemas a nivel cardiovascular, ya que la erección está vinculada con la vasodilatación y la cantidad de flujo sanguíneo en el pene. Incluso, los hombres con hipertensión tienen el doble de probabilidades de tener disfunción eréctil que aquellos con la presión arterial normal.
Estudios anteriores ya han logrado demostrar que la dieta mediterránea reduce la presión arterial y previene ataques cardíacos e ictus en personas con alto riesgo cardiovascular. Ahora, la nueva investigación de científicos de la Universidad de Atenas encontró que los hombres que siguen la dieta mediterránea más alta tenían una mayor reserva de flujo coronario y testosterona, un mejor rendimiento eréctil y una rigidez arterial más baja.
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«En nuestro estudio, consumir una dieta mediterránea se vinculó con una mejor capacidad de ejercicio, arterias y flujo sanguíneo más saludables, niveles más altos de testosterona y mejor rendimiento eréctil. Si bien no examinamos los mecanismos, parece plausible que este patrón dietético pueda beneficiar al estado físico y al rendimiento eréctil al mejorar la función de los vasos sanguíneos y limitar la caída de testosterona que ocurre en la mediana edad», explicó el autor principal del estudio, Athanasios Angelis, de la Universidad de Atenas, Grecia.
La investigación incluyó a 250 hombres, con una media de edad de 56 años, que tenían presión arterial alta e impotencia. Los investigadores examinaron si los hábitos dietéticos estaban relacionados con el estado físico, los niveles de testosterona, el flujo sanguíneo, la rigidez arterial y el rendimiento eréctil.
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Para evaluar el apego a la dieta mediterránea, a los participantes se les sometió a un cuestionario en el que recibieron una puntuación de 0 a 55, donde los valores más altos indicaban una mayor adherencia. La capacidad de ejercicio se evaluó mediante una prueba en cinta de correr y la testosterona se midió en muestras de sangre tomadas antes de las 09:00 de la mañana.
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Para la salud vascular, se realizó una ecocardiografía para chequear la reserva de flujo coronario, lo que indica la capacidad de aumentar el flujo sanguíneo cuando es necesario. Los valores de 2 o más se consideran normales y apuntan a una mejor función vascular. Además, los científicos examinaron la rigidez arterial utilizando dos medidas: el índice de aumento y la presión del pulso central.
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La gravedad de la impotencia sexual se evaluó mediante el Inventario de salud sexual para hombres, que utiliza cinco preguntas para asignar una puntuación de 0 a 25, donde los valores más altos se correlacionan con un mejor rendimiento eréctil.
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«Los hallazgos sugieren que la dieta mediterránea podría desempeñar un papel en el mantenimiento de diferentes parámetros de salud vascular y calidad de vida y en hombres de mediana edad con hipertensión y disfunción eréctil», sostuvo Angelis.
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