El magistrado, Pedro Chávarry, asumió como nuevo fiscal de Perú, respaldado por la Junta de Fiscales Supremos, pese a los pedidos de que desista por su involucramiento en presuntos actos de corrupción registrados en una interceptación telefónica.
«Respecto al audio difundido, quiero decir que soy una persona que mantiene una imagen de respeto (…) No estoy envuelto en cosas turbias», expresó Chávarry en su discurso de nombramiento.
El 19 de julio en la noche, la investigadora periodística IDL-Reporteros, reveló un audio en el que se escucha a Chávarry sostener una conversación con el suspendido juez supremo, César Hinostroza, involucrado en graves actos de corrupción registrados en interceptaciones telefónicas.
Chávarry e Hinostroza hablan de intercambiar favores políticos que aún no se precisa su naturaleza.
Luego de la difusión del audio entre el nuevo fiscal y el suspendido juez, diversas voces políticas y ciudadanas exigieron que se cancele la juramentación, considerando la grave crisis por corrupción que atraviesa el sistema judicial peruano.
En horas de la mañana del 20 de julio, el primer ministro, César Villanueva, manifestó que el nuevo fiscal debería «ponerse a un costado» y no juramentar como fiscal de la Nación.
El primer ministro agregó que existen «mecanismos en la Junta de Fiscales que pueden determinar un relevo, que puede ser temporal hasta que Chávarry pueda demostrar lo cierto o incierto de ese audio».
La Junta de Fiscales Supremos, compuesta por 5 magistrados, votó a favor del nombramiento e Chávarry por 3 votos contra 2; uno de los votos a favor fue del propio fiscal.
Chávarry ejercerá el cargo de fiscal de la Nación por un periodo de 3 años.