La diabetes es una de las enfermedades que va en aumento a nivel mundial y, a pesar de que hay maneras de mantenerla a raya, muchas veces las personas no saben que la padecen. Por eso la importancia de conocer cuáles son los signos que nos advierten que algo en nuestro organismo no funciona cómo debería.
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Tan sencillo como tomar un vaso de agua y prestar atención al sabor que te deja en la boca. Si es dulce, debes verificar la calidad del agua. Si el sabor persiste, lo mejor es acudir a tu médico de confianza.
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De acuerdo con la Clínica Cleveland, en Ohio, hay razones para permanecer alerta y prestar atención a algunas señales que le da su cuerpo y que pueden ser síntomas de diabetes.
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Los especialistas del centro explicaron que la mayoría de las personas a veces notan un sabor dulce inesperado cuando beben agua pura y que a veces indica la incapacidad de su cuerpo para regular su nivel de azúcar en la sangre, lo que es un signo potencial de diabetes.
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Los expertos recordaron que existe una hormona llamada glucagón «producida por tu páncreas que trabaja con la hormona insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre de tu cuerpo».
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«Mientras que la insulina previene los niveles altos de azúcar en la sangre, el trabajo del glucagón es evitar que el nivel de azúcar en la sangre baje demasiado. Esas hormonas pueden salirse de control con la diabetes y eso podría causar niveles más altos de azúcar en la sangre que pueden resultar en un sabor dulce en la boca», recalcaron.
Esto no significa necesariamente que todos aquellos que sienten un sabor dulce en la boca tengan diabetes, hay otras causas biológicas que podrían explicar esta situación. Sin embargo, la diabetes es una de las causas más comunes.
Además, de este síntoma, hay otros que nos pueden advertir que padecemos esta enfermedad. Uno de ellos puede ser un aumento de la sed, aumento del apetito y micción frecuente, entre otros.
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La Organización Mundial de la Salud advierte que alrededor de 422 millones de personas en todo el mundo tienen actualmente diabetes, y 1,5 millones de muertes se atribuyen directamente a esta enfermedad crónica cada año.
