KENIA – Del 21 de febrero al 4 de marzo de 2022 se realizará la quinta asamblea de Naciones Unidas por el Medio Ambiente, en la sede de UNEP en Nairobi, Kenia. Y la Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA ya está allá, para participar junto a decenas de organizaciones de todo el mundo en las sesiones donde los Estados negociarán, entre otras cosas, la adopción de un acuerdo global legalmente vinculante para resolver la contaminación por plásticos.
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Por Alejandra Parra
Bióloga. Co-fundadora de RADA, miembro del equipo de GAIA en Latinoamérica.
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Vivimos una crisis ambiental causada por la sobreproducción y sobreconsumo de plásticos. Debido a que el plástico no es biodegradable, permanece en el ambiente por cientos y cientos y cientos de años partiéndose en pedazos cada vez más pequeños y liberando al ambiente las sustancias tóxicas que contiene. Esto tiene terribles consecuencias para el ambiente, los ecosistemas y la salud de las personas, pero sobre todo hay consecuencias que aún no observamos y que pueden ser catastróficas en el futuro. Porque el plástico además puede actuar como disrruptor hormonal, causando problemas del sistema inmune, de infertilidad, de desarrollo y crecimiento, de feminización de poblaciones completas de seres vivos incluyendo l@s human@s, etc. Y dada la enorme y creciente cantidad de plástico que se libera al ambiente cada año, nos veremos enfrentad@s a esos problemas como humanidad. Pero podemos detener el ingreso de plástico al ambiente y a nuestras vidas, regulando su producción y consumo a nivel mundial.
La RADA como organización ciudadana que promueve y defiende los derechos ambientales, trabaja en red con la Alianza Basura Cero Chile y con GAIA (Alianza Global por Alternativas a la Incineración) en temas relacionados con la estrategia Basura Cero y contra la incineración de basura y residuos. Dentro de este trabajo, la incidencia en políticas públicas es tan importante como el trabajo a nivel local con las comunidades, para abordar los problemas desde distintos ángulos y lograr efectos en diferentes esferas que se complementan entre sí. Por eso, la RADA forma parte de la coalición de organizaciones que a nivel mundial se encuentran promoviendo la adopción de un tratado global que, para resolver el problema de la contaminación por plástico, aborde el ciclo de vida completo de este material.
Porque los efectos del plástico no son sólo producto de la basura que se genera cuando es desechado: desde la extracción de la materia prima virgen (hidrocarburos) ya se generan grandes impactos, sobre todo en las comunidades que habitan los territorios donde se extraen los hidrocarburos y donde se fabrican los plásticos y sus aditivos tóxicos, pasando por el uso de los productos plásticos que ya nos expone a los aditivos tóxicos que contiene al traspasarlos a los alimentos, el agua y el aire, hasta que el plástico es desechado y transformado en basura, saturando los sitios de disposición final y esparciéndose por el ambiente. En los sectores rurales el plástico muchas veces es quemado, lo que genera dioxinas, sustancias cancerígenas que se bioacumulan en el cuerpo de los seres vivos y que aumentan su concentración al pasar de los vegetales a los herbívoros y finalmente a l@s human@s. Cuando el plástico llega a ser reciclado, también se reciclan los aditivos tóxicos que contiene, poniendo en riesgo a quienes consumen los productos hechos con plástico reciclado cuando éste contiene químicos tóxicos.
A pesar del amplio reconocimiento ciudadano y sobre todo científico, de los problemas que genera este material, la industria petroquímica planea cuadruplicar la producción de plásticos antes del 2030. Esto porque como consecuencia del acuerdo de Paris, los hidrocarburos dejarán progresivamente de ser usados como fuente de energía para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Entonces, el destino del negocio de la industria petroquímica, está en los plásticos.
En UNEA 5.2 que ya comienza, tenemos la oportunidad inédita de lograr un acuerdo mundial para la adopción de una convención internacional que regule el ciclo de vida completo de los plásticos. Afortunadamente la mayoría de los países está de acuerdo en la necesidad de abordar esta problemática desde una perspectiva del ciclo de vida y no solo de manejo de residuos y basura (que sería como tapar el sol con un dedo), y han apoyado la propuesta de Perú y Ruanda que propone este tipo de abordaje. En esta semana veremos lo que sucede en las negociaciones, donde China será el gran país ausente pero que participará de manera virtual, con Estados Unidos y Francia reconociendo la necesidad del tratado, y varios países que aún no asumen una posición. Chile es co-patrocinador de la propuesta de Perú-Ruanda, y esperamos que (a diferencia de UNEA 4), saque la voz en defensa de los derechos ambientales de las actuales y futuras generaciones del país y el mundo, y defienda la integridad de la propuesta de los países hermanos en las negociaciones que se avecinan. Que la tercera guerra mundial, sea contra los plásticos.