El año 2017 fue el más mortífero de la historia criminal de Brasil. Un informe de la ONG Forum Brasileño de Seguridad Pública indica que durante el año pasado se registraron casi 64.000 homicidios y más de 60.000 violaciones. Paradójicamente, la criminalidad se ha reducido en la mayor parte del país.
En Brasil, la criminalidad ha dejado un saldo de 175 personas asesinadas al día, es decir, siete por hora durante el año 2017. Sin embargo, y pese lo abrumador de las cifras, estas no son representativas de la realidad del gigante sudamericano sino de su desigualdad.
Según el informe de Forum Brasileño de Seguridad Pública, el descomunal aumento de la violencia se produjo en menos de la mitad de los estados brasileños, ubicados al norte y noreste del país, las zonas más pobres.
En Sao Paulo, el estado más rico de Brasil, ocurren 10 asesinatos por cada 100.000 habitantes, pero en Río Gande do Norte el más pobre, registra 68 asesinatos, es decir, casi siete veces más. Este es un índice tan alto que arrastra la media del país.
El estudio del Fórum Brasileño de Seguridad Pública indica que los homicidios de civiles a manos de la policía subieron más de 21% al igual que las violaciones que se elevaron en un 8%. El único dato positivo se refiere a la reducción del asesinato de policías que disminuyó en un 5%.
Informes anteriores indican que las dos terceras partes de los homicidios en Brasil se producen por armas de fuego y que el grupo poblacional más afectado son los jóvenes afrobrasileños.
Fuente: RFI