Europa, al borde de una profunda crisis por apoyar a Ucrania: «Es lo que EEUU ha estado deseando»

Luego de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, exigiera a la OTAN que no cesara la ayuda militar a su país porque está dispuesto a perpetuar el conflicto durante años, la pregunta que surge es si Europa está dispuesta a soportar una crisis durante una década. Esto podría generar una profunda división en el viejo continente.
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«Es exactamente debido al flujo continuo de ayuda económica y militar de los EEUU y de la OTAN que se ha prolongado el conflicto militar, animando a Ucrania a librar una guerra de 10 años», analiza un artículo de Global Times.
Sin embargo, el medio indica que esto es «una ilusión» y que en cuanto Occidente decida cesar el suministro de armas, Ucrania quedará sola. Además, Shen Yi, profesor de la Universidad de Fudan, advierte: «Esos países nunca prometieron que la asistencia sería gratuita. A largo plazo, ¿cómo se lo devolverá Ucrania?».
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Si Europa continúa con las políticas de sanciones y apoyo a Ucrania, «se lastimará más y los países europeos estarán aún más divididos», lanzó Sun Keqin, investigador de los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China.
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Uno de los peligros para Europa de fomentar la crisis en Ucrania es perder por completo su autonomía de seguridad y pasar a «depender totalmente del paraguas de Estados Unidos».
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«Tendrá que enfrentarse a una crisis de 10 años en materia de energía, alimentos, refugiados e inflación. La agitación social surgirá. El bloque puede incluso dividirse sobre el tema», pronostica el diario chino. «Esto es exactamente lo que Estados Unidos ha estado deseando», sentencia Global Times.
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Sun Keqin explica que además de hacer una fortuna a través de la venta de armas, Washington ya ha aprovechado la guerra para «controlar a Europa, unir a la OTAN, asestar un golpe a Rusia y posiblemente reunir más fuerzas para contener a China en el futuro».
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Para alcanzar su objetivo, Estados Unidos está listo para luchar no solo hasta la última gota de sangre ucraniana, sino también «hasta la última gota de sangre europea», afirmó George Galloway, un exparlamentario británico.
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