Un estudio comprobó que el consumo de pornografía afecta negativamente el desempeño sexual de hombres y positivamente a las mujeres. ¿Cómo detectaron esto? Una sexóloga lo explica.
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El estudio publicado por la Universidad de Cambridge involucró a más de 100.000 personas durante tres años, entre ellas unas 4.000 parejas heterosexuales. En el estudio se analizaron sus hábitos de consumo de pornografía, su desempeño sexual y como interactuaban ambas actividades.
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Las personas eran jóvenes mayores de 20 años que periódicamente debían llenar un formulario y responder a una serie de preguntas sobre sus hábitos y lo que les ocurría en torno a este tema.
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«Tenemos las dos caras de la moneda y en los dos géneros: los hombres, como se ven perjudicados, y en las mujeres parece que no fuera así», dijo la boliviana Paula Muñoz Reyes, psicoterapeuta, sexóloga clínica y educadora en Salud Sexual.
Entre los resultados se detectó que en el caso de los hombres tienen una mayor frecuencia en el uso de pornografía en comparación con las mujeres. El hábito incluso se incrementó con el paso de los años, al tiempo que disminuyó la competencia, el desempeño sexual, y decayó el nivel de satisfacción de su pareja sexual.
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«En nuestra sociedad latina siempre ha habido un tema con los chicos de estar siempre comparándose: quién tiene el pene más largo, quién hace pipí más lejos, quien es más macho. Y al ver una película porno, esa comparación se puede hacer evidente, pues los actores que se presentan [en la película] son hombres que no ves en el diario vivir», indicó la especialista.
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Esto genera un «ideal falso» de personas perfectas presentadas en los materiales XXX los cuales derivan en una autoestima reducida y una sensación de «minimizado», en el hombre, según Muñoz.
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Esto puede ocurrirle también a la mujer. Sin embargo, Muñoz evalúa que si bien la mujer tiene la presión social de cumplir con los cánones de belleza, no tiene tan asumido el hábito de los hombres, de estar comparándose en términos sexuales.
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En el caso de la pornografía pensada para mujeres, «no es que se sienten tan comparadas, sino más bien inspiradas porque se ven mujeres más reales. Y te enseñan ciertas cosas que tal vez te pueden ayudar o empoderar en tu desempeño sexual», agregó la especialista boliviana.