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Valentina Flores, académica del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, es parte de un equipo de investigación que se adjudicó un fondo del Natural Environment Research Council (NERC) para comparar las características y procesos de transporte de partículas a través del viento en estos dos desiertos que comparten diversas similitudes. A partir de este estudio, también buscan entregar respuestas sobre el impacto de este polvo en la salud humana y en el medioambiente.
Por Carolina Aliaga
SANTIAGO – «Atacama Desert Dust Emission Research (ADDER): Resolving aeolian dust source dynamics» es el nombre del proyecto que desarrollarán Valentina Flores, académica e investigadora del Departamento de Geología de la Universidad de Chile; Joanna Nield, investigadora de la Universidad de Southampton; Matthew Baddock, investigador de la Universidad de Loughborough; y Giles Wiggs, investigador de la Universidad de Oxford.
El objetivo de esta investigación será realizar un paralelo sobre las características y procesos de transporte por viento entre el desierto de Namibia y de Atacama. «El desierto de Atacama tiene muchas similitudes con el desierto de Namibia. Ambos están en la costa oeste de un continente y hay ciertos elementos de circulación atmosférica y oceánica que son similares», explica Valentina Flores.
La profesora de la Universidad de Chile se unió al equipo de investigadores del Reino Unido en enero, mientras se encontraba realizando estudios de transporte eólico en la Patagonia. «La colaboración surgió a raíz de conversaciones sobre mis apreciaciones del desierto de Atacama, cómo son los distintos tipos de suelo y las fuentes de polvo en el desierto», comenta. La investigadora, que realizó su tesis doctoral, ha continuado trabajando sobre este tema en la zona.
En julio de este año, el equipo fue notificado sobre la adjudicación de un fondo del Natural Environment Research Council (NERC), institución del Reino Unido que financia la investigación e innovación para la ciencia ambiental. Para la primera etapa del proyecto, la académica se trasladó al desierto de Namibia, donde realizó el primer acercamiento y establecimiento de redes de colaboración. Durante el próximo año, el grupo de investigadores viajará a Chile para dirigirse al desierto de Atacama y continuar con los estudios.
Flores destaca la importancia de trabajar en este proyecto con Nield, Baddock y Wiggs, connotados investigadores en ciencias de la tierra de Reino Unido. Asimismo, asegura que esta oportunidad también será valiosa para el Departamento de Geología de la U. de Chile. «La idea es involucrar a más investigadores y estudiantes en estos proyectos», agrega. El estudio también incluye a miembros del centro «Gobabeb Namib Research Institute».
El proyecto buscará comprender cuándo, dónde y cómo se transporta el polvo en ambos desiertos, debido a que este traslado de partículas puede ser perjudicial para la salud, es capaz de contaminar los sistemas ambientales y puede influir en el clima. Junto a ello, el polvo de los sectores áridos puede ser alto en hierro y nutrientes, por lo que es importante entender cómo estimula la actividad marina en las aguas superficiales.
Las y los académicos también estudiarán el impacto que producen actividades como la minería en la generación de polvo arrastrado por el viento. «Con base en los resultados de este proyecto, el equipo desarrollará una relación de colaboración a largo plazo que explorará los efectos del polvo en Atacama con más detalle, a través de propuestas de subvenciones adicionales», indica la propuesta.