- Valentina Flores y Rodrigo Fernández, investigadores del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, detallan cómo sería el desarrollo de Amasia, el nuevo supercontinente que podría crearse tras la desaparición del Océano Pacífico y la colisión entre Asia y América dentro de 200 a 300 millones de años más.
Por Carolina Aliaga
SANTIAGO – El estudio «Will Earth’s next supercontinent assemble through the closure of the Pacific Ocean?», publicado por la revista National Science Review, causó revuelo recientemente al plantear que la actividad de la corteza terrestre generaría la fusión de Asia y América dentro de 200 a 300 millones de años. El fenómeno geológico, de acuerdo a sus autores, provocaría la desaparición del Océano Pacífico y la creación de Amasia, un nuevo supercontinente.
Este movimiento continental se determinó mediante una simulación de la actividad de las placas tectónicas. La académica e investigadora del Departamento de Geología de la Universidad de Chile (DGL), Valentina Flores, explicó que «desde hace millones de años los continentes se desplazan unos con respecto a otros, en un proceso que se conoce como ‘deriva continental’. Producto de este movimiento, aproximadamente cada 600 millones de años, todas las masas continentales se juntan formando un supercontinente, que luego se fragmentaría y comenzaría nuevamente el ciclo».
Sin embargo, antes de que parte importante del mundo se transforme en Amasia, todavía existe una transición continental encargada de modificar la Tierra como la conocemos actualmente. El académico del DGL U. de Chile, Rodrigo Fernández, señaló que «las placas tectónicas se separan (divergen), acercan (convergen) o se mueven tangencialmente entre ellas. En el caso del Océano Pacífico, la mayor parte de su margen es de tipo convergente, lo que quiere decir que América del Sur, Australia y el este de Asia se mueven hacia el centro del océano, en términos relativos. Por su parte, en los océanos Atlántico e Índico, lo que ocurre es que en sus partes centrales, las placas se están separando, por lo que América del Sur se aleja de África, a su vez que este último continente lo hace de India».
En ese sentido, «el trabajo recientemente publicado de Chuan Huang propone que en el futuro, a una escala de cientos de millones de años, el Océano Pacífico continuaría su patrón convergente en sus márgenes y se cerraría, mientras que el Océano Atlántico se expandiría hasta formar un superocéano», indicó el doctor en Geología.
Sin embargo, Fernández advierte que «este nuevo modelo aún debe ser verificado por investigaciones futuras y por otros grupos de modelamiento. En este caso, los factores dominantes propuestos serían la resistencia de las placas oceánicas y su espesor, aunque existen otros factores que podrían jugar un rol no menor, como la formación y distribución global de plumas mantélicas o la geometría de las futuras zonas de subducción».
A pesar de que quedan millones de años para la posible formación de Amasia, la unión continental ocasionaría la fusión de siete continentes geográfica y culturalmente diferentes, donde nuestra costa colisionaría con Asia. De todas formas, existen otras hipótesis que proponen que el próximo supercontinente se formará por el eventual cierre del Océano Atlántico, que alcanzaría su mayor extensión posible hasta que se formen zonas de subducción en sus bordes, lo que formaría el supercontinente denominado «Próxima Pangea».
Por ello, de acuerdo a Flores, el principal aporte de este trabajo «es entender por qué ocurre un proceso u otro. Lo que determinaron los autores de este estudio es que la ocurrencia de introversión (proceso en que se cierra un mar ‘interno’ y más joven, como el Océano Atlántico) o extroversión (proceso en que se cierra un mar ‘externo’ y más antiguo, como el Océano Pacífico) estaría relacionado al espesor global de la corteza oceánica, y que en el caso de Amasia ocurriría por extroversión».