EL BARCO «SEABED CONSTRUCTOR» CONSIDERADO UNO DE LOS BUQUES DE SU TIPO MÁS AVANZADO DEL MUNDO SE SUMA A LA BÚSQUEDA DEL -ARA SAN JUÁN- 

Casi un año ha pasado de la desaparición del submarino argentino ARA San Juan en aguas del Atlántico sur y no se conoce prácticamente nada de su destino. Tras una intensa búsqueda a cargo de distintos actores, se suma uno más: el Seabed Constructor, considerado uno de los buques de su tipo más avanzados del mundo.

La nave, construida en 2014 y que posee bandera noruega, saltó a la fama tras participar de las exploraciones para encontrar los restos del vuelo 370 de Malaysia Air, desaparecido en algún punto del océano Índico cerca de Australia. Ocean Infinity, la empresa que condujo en enero de 2018 esta búsqueda, es la misma que ahora acude al apoyo del Gobierno argentino.

Lo hace tras ganar una licitación por 7,5 millones de dólares y la promesa de no pasar la factura si no encuentra los restos del submarino desaparecido, que estaba tripulado por 44 personas. El ARA San Juan realizaba una misión de patrullaje en el Atlántico sur, y dejó de responder a la base de operaciones durante la mañana del 15 de noviembre de 2017, cuando se encontraba a unos 430 kilómetros de la costa en el golfo de San Jorge.

Según las especificaciones técnicas de su empresa propietaria, la noruega Swire Seabed, el barco está diseñado para operaciones de prospección en el lecho submarino, desmantelamiento, así como de inspección, mantenimiento y reparación de estructuras debajo de la superficie acuática. Clarín lo describe como «el buque civil más avanzado del mundo».

El Seabed Constructor tiene una eslora total de 115,4 metros y una manga de 22 metros. Su calado máximo es de 7,12 metros y la superficie de su cubierta es de 1.300 metros cuadrados. Una de las características que más destacan a simple vista es el gigantesco helipuerto Sikorsky S-92, así como una potente grúa que puede cargar 250 toneladas con un radio de 12 metros.

Además es capaz de albergar una tripulación de 102 personas y también posee generadores de agua dulce. La velocidad comercial que ofrece es de 12,5 nudos, pero puede alcanzar hasta 16.

En su sitio web, Ocean Infinity asegura poseer seis vehículos submarinos autónomos Huguin 6000, «capaces de operar bajo una profundidad acuática de 6.000 metros, y de recolectar datos en alta resolución en velocidades récord». Una pequeña nave, también autónoma, acompañará a los submarinos robóticos en la tarea.

Según Kongsberg, el fabricante de los Huguin, pueden desplazarse entre los dos y los seis nudos. Poseen un sonar interferométrico de apertura sintética y alta resolución, un sistema de ecosonda multihaz EM2040, un perfilador de subsuelo, una cámara de imagen fija, sensores de turbidez y metano, así como un analizador acústico de corriente Doppler.

Quizás por estas características, Ocean Infinity afirma que el uso de los Huguin 6000 «asegura posicionamiento preciso y comunicación constante». La variedad de submarinos autónomos permite «explorar enormes extensiones del lecho marino, rápidamente y con una precisión sobresaliente», tanto en aguas superficiales como en aquellas más profundas, «en medios dinámicos que van desde los trópicos hasta el hielo del Ártico», dice la empresa que llevará adelante la búsqueda.

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El Yantar, el buque exploratorio de la Marina de Rusia que acudió hacia el Atlántico sur para colaborar en la búsqueda del ARA San Juan permaneció varios meses en aguas australes, en parte por el pedido de los familiares que se dirigieron a las autoridades de Moscú. En abril de 2018, la nave dio por finalizada su misión tras casi cinco meses, cuando ningún otro país seguía colaborando en las operaciones.

Una treintena de barcos de 18 países participaron de la búsqueda, entre ellos los noruegos Sophie Siem y Skandi Patagonia, tripulados por la Armada de EEUU, así como el Atlantis, perteneciente a esa fuerza.

Fuente: Sputnik