Pablo Fajardo, abogado de los demandantes, el pasado 11 de julio de 2018.RODRIGO BUENDIA / AFP
La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya anuló una condena contra la multinacional Chevron y puso fin a las esperanzas de los habitantes de la Amazonía ecuatoriana, que luchan contra la empresa petrolera desde hace 25 años.
En el año 2011, la Corte Superior de la Provincia de Sucumbíos en Ecuador emitió una sentencia histórica: la empresa petrolera Chevron fue condenada a pagar 9.500 millones de dólares por daños ambientales al país.
Pero la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya anuló la sentencia, determinando «que Ecuador es responsable por denegación de justicia y le ordenó dejar sin efecto la sentencia».
Este fallo es inaplicable, afirma el abogado de los pobladores afectados Pablo Fajardo al explicar que al ordenar dejar sin efecto la sentencia tomada por la Corte Superior de la Provincia de Sucumbíos, «los árbitros están ordenando al gobierno ecuatoriano que viole su Constitución. (…) La función ejecutiva no puede interferir en la función judicial».
Pero más allá de los términos legales de una sentencia o de su anulación, lo que más pesa para los habitantes de la Amazonía son las enfermedades y las muertes que habrían provocado los trabajos petroleros de Chevron en Ecuador.
Donald Moncayo, coordinador de la Unión de Afectados por Chevron-Texaco (UDAPT), comenta que sienten mucha indignación y que no se valora el trabajo que han hecho desde hace 25 años: «Ahora mismo estamos trabajando en el tema de salud, de cáncer, que realmente es un desastre. Hay más de 2.800 muertos de cáncer en el sector».
Por supuesto, el tema, además de económico, es político. La UDAPT exige al Estado ecuatoriano que revise sus políticas de acuerdos comerciales y de explotación con firmas multinacionales y se sincere al evaluar si ha sido peor el remedio que la enfermedad.
En cuanto a cuál sería el próximo paso para los ecuatorianos de la Amazonía que siguen esperando justicia, al parecer, no hay otra solución que seguir confiando en la justicia internacional.
Por ahora, los abogados de los habitantes de la Amazonía tienen el recurso de apelar la decisión del Tribunal de la Haya pero significa varios años más de proceso judicial e incertidumbre. Las posibilidades de que Chevron, sin tener activos en Ecuador, efectúe un pago a sus ciudadanos, son bastante remotas.
Entrevistados: Pablo Fajardo, abogado de los pobladores afectados, y Donald Moncayo, coordinador de la Unión de Afectados por Chevron-Texaco (UDAPT).
Fuente: RFI