Desde robos nocturnos hasta la instalación secreta de dispositivos para monitorear de forma remota la actividad de la computadora, amenazas de muerte y extraños juegos mentales destinados a desorientar y desmoralizar a sus objetivos, parece que poco está fuera de los límites cuando se trata del impulso para neutralizar la red de apoyo que ha surgido alrededor de Assange desde su encarcelamiento.
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Por Wyatt Reed
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Activistas, abogados y periodistas vinculados al editor de WikiLeaks, Julian Assange, están siendo sometidos a una amplia vigilancia e intimidación, una nueva y explosiva informe ha detallado.
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Las personas han sido hackeadas, rastreadas, robadas, amenazadas de muerte y encarceladas durante años por cargos dudosos. Y aunque la identidad de los perpetradores aún no se ha demostrado de manera concluyente, las víctimas dicen que está claro quién está detrás de la campaña de acoso y espionaje: la Agencia Central de Inteligencia.
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En una entrevista reciente con un medio alemán, el hacker y activista por la neutralidad de Internet Andy Müller-Maguhn, quien vincula los incidentes con la clasificación de la CIA de WikiLeaks como «hostil» en 2017, condenó las tácticas como «vigilancia de intimidación» por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses y sus colaboradores en el extranjero, diciendo que «el punto todos estos años ha sido [dejarlo] muy claro: Estamos fuera para atraparte».
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Müller-Maguhn, cuyo teléfono fue supuestamente intervenido físicamente con un Field Programmable Gate Array que llevaba chips fabricados en Estados Unidos y que «no se puede detectar con un localizador de frecuencia normal», fue solo una de las muchas víctimas aparentes atacadas por la CIA por su asociación con WikiLeaks.
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Después de que el innovador sitio web fuera etiquetado como una «agencia de inteligencia hostil» por el entonces director de la CIA, Mike Pompeo, en 2017, aquellos en la órbita de Assange informaron que las tácticas desconcertantes no se quedaron atrás. Al declarar que WikiLeaks no era un medio periodístico sino más bien un servicio de inteligencia enemigo, la CIA se dio permiso para quitarse los guantes, y un ex alto funcionario de contrainteligencia más tarde. relatado Los medios estadounidenses dijeron que «ya no parecía haber límites».
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El abogado de Assange, Aitor Martínez, reconoció que es técnicamente posible que sea simplemente una coincidencia que muchos de los cohortes de Assange comenzaron a informar que los estadounidenses los acosaban y acosaban al mismo tiempo, pero pregunta: «¿quién podría creer eso?»
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«Es una venganza contra Julian Assange», explicó. Para su equipo, «no hay duda de que Julian Assange, la organización WikiLeaks y todos los que rodean a Julian están siendo monitoreados e intimidados sistemáticamente, ya sean partidarios, periodistas, abogados o familiares».
Según los informes, el propio Martínez no es ajeno a las desagradables actividades de los servicios de inteligencia estadounidenses.
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Después de haber servido como asesor legal de Assange durante la mayor parte de una década, también describió una serie de eventos inquietantes que indican que está siendo monitoreado y acosado por la CIA.
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Poco después de que Pompeo declarara a WikiLeaks una «agencia de inteligencia hostil», Martínez dijo que su esposa fue abordada por un extraño en las calles de la capital paraguaya, quien la agarró del brazo y le susurró en inglés: «¡Mira tú teléfono celular!»
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Inmediatamente después, 230 capturas de pantalla de fotos, correos electrónicos privados y mensajes de texto aparecieron repentinamente en su teléfono celular, aparentemente enviados desde el teléfono de Martínez, que dice que no había tocado.
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«Luego, cuando nos fuimos a toda prisa, un hombre con un tapón en la oreja nos siguió en el aeropuerto, despidiéndose amistosamente», agregó.
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Sin embargo, sus acosadores no se detuvieron allí. Martínez dice que desde entonces han irrumpido tanto en su oficina como en su apartamento en Madrid.
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Según los informes, tiene imágenes de vigilancia que muestran a tres hombres enmascarados entrar en su lugar de trabajo en la oscuridad de la noche en diciembre de 2017. Según las imágenes, los ladrones pasaron seis minutos buscando algo que aparentemente no pudieron encontrar, antes de robar una pierna de jamón de la cocina.
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«He manejado muchos casos delicados en mi vida», señaló Martínez. «He sido amenazado, a veces incluso por la policía. Pero nunca he experimentado este nivel de intimidación».
Dice que el hecho de que los perpetradores parezcan estar actuando bajo la dirección de la CIA muestra por qué es tan preocupante que Assange pueda ser extraditado a Estados Unidos, que ha insistido repetidamente en que el fundador encarcelado de WikiLeaks recibirá un juicio justo.
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Como pregunta Martínez: «¿cuánto valen realmente las garantías de Estados Unidos después de todo esto?»