«A todos nos convoca el poder pensar sobre los grandes temas a través de esta invitación que hacemos a grandes personalidades del mundo político e intelectual chileno», indicó el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Leonardo Letelier, al inicio de la actividad que tuvo como protagonista a la ex Presidenta Michelle Bachelet. La ex Mandataria fue invitada por el Programa Ejecutivo en Política y Gobierno para realizar una conferencia que tituló «Chile: desafíos estratégicos», presentación que estuvo marcada por la equidad de género y los derechos humanos como temas centrales.
Por su parte, el académico de la Facultad de Gobierno y presentador de este conversatorio, Sergio Micco, expresó que «hoy nos volvemos a reunir para pensar en Chile con la mirada a largo plazo. Estamos ante la primera Presidenta mujer de Chile y que, en cuanto chilena, nos ha enorgullecido siendo una de las más altas autoridades internacionales al ser Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Ambos títulos le bastan para ocupar un destacado papel en la historia de nuestro país».
Mujeres y equidad de género
En su presentación, la ex Presidenta Bachelet comenzó destacando que, si bien ha habido avances en materia de derechos de las mujeres, las brechas aún existen al día de hoy, y pueden verse en distintos ámbitos, tanto a nivel social como político. Es así como, en su calidad de directora de ONU Mujeres, impulsó una modificación discursiva en torno al tema. «Yo buscaba convencer a los otros presidentes de la importancia de los derechos de las mujeres. Descubrí que hablar de derechos era un lenguaje que no se escuchaba y, por lo tanto, empecé a tratar de desarrollar una narrativa que demostrara por qué los países, las personas, las sociedades y también los presidentes, partidos y parlamentarios, ganaban si es que se preocupaban de las mujeres y llevaban adelante programas y leyes que garantizaran sus derechos«, relató.
Quien fue la máxima autoridad política del país fue clara al señalar que se debe avanzar en un mayor involucramiento de las mujeres en la sociedad, algo que además está apalancado con la equidad de género que, desde sus distintos cargos, ha intentado promover. «No hay más democracia ni desarrollo si no hay mujeres en esos proyectos. Chile no va a ganar en sus desafíos diferentes si no tiene a las mujeres incluidas. La construcción de nuestra vida en común es con las mujeres al mismo nivel y en los mismos espacios, y es esencial multiplicarlos para que aparezcan nuevos horizontes en que la igualdad de género se pueda expandir. Toda política debe tener perspectiva de género», apuntó.
Además de hablar del valor de la interseccionalidad en la generación de políticas públicas, entendida como la necesidad de considerar la diversidad que hay entre las mujeres, la ex directora de ONU Mujeres lamentó la violencia contra las mujeres en los distintos ámbitos de la sociedad, ya que esta, sea «tradicional, domestica o política, es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos y es clave que sea intolerable e inaceptable».
Finalizando la primera jornada, la ex Jefa de Estado mostró esperanza en torno a las bases que pueda sentar la nueva Constitución en materia de equidad género, y resumió así los grandes desafíos del mundo de hoy: «Necesitamos abordar y corregir desigualdades, es hora de incorporar la creación de garantías que den equilibrios de poder más allá de eliminar barreras. La igualdad de género no puede limitarse a ser «la primera en un puesto». Hay que superar estereotipos, erradicar la violencia de género, cerrar brechas y añadir la creación de este equilibrio».
Derechos humanos en el mundo de hoy
En la segunda jornada, la ex Presidenta analizó la situación en materia de derechos humanos en el mundo y en nuestro país y enfatizó que la sociedad debe continuar protegiendo aquellos mínimos civilizatorios. «En 2019, logré detectar que en ochenta países hubo gente en las calles protestando por distintas razones. Mi conclusión era que había dos elementos claves a nivel de la ciudadanía: la democracia era un sistema político que no daba respuesta a sus necesidades y no traía beneficios, y el sistema económico no estaba dando respuesta a las expectativas y aumentaba la brecha entre ricos y pobres», recordó sobre el período en que se desempeñó como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La ex Mandataria abordó, posteriormente, algunos de los grandes desafíos del mundo en la actualidad, tales como recuperar el desarrollo que muchos países perdieron por la pandemia, enfrentarse a los cuestionamientos que hay sobre el multilateralismo, la migración a nivel planetario y mirar los derechos humanos en su totalidad e interrelacionalidad. «La importancia de los derechos humanos sigue siendo clave y ha aumentado, pero todavía hay una tremenda brecha entre aspiraciones y realidad en algunos países. Es clave mirar el medioambiente, por ejemplo, porque genera otros conflictos y situaciones que vulneran los derechos de las personas más discriminadas. También hay que ver la relación entre pobreza, hambre, conflictos armados y cambio climático, pero la gente no tiene conciencia de la interacción de estas cosas. Eso es clave para entender las soluciones».
Por otra parte, se mostró esperanzada en el cambio generacional y su vinculación con los derechos humanos, especialmente para darle relevancia a temas como el medioambiente y la tecnología. «Ellos están muy interesados en esos temas. Por ejemplo, en derechos humanos y tecnología hay dilemas éticos brutales. El tema no es generar una tecnología y luego mirar de qué manera impacta los derechos humanos y si entonces la usamos o no. Hay que incorporar una mirada de estos derechos antes de la creación de la tecnología», afirmó.
Finalmente, mostró preocupación ante las cifras entregadas por la Encuesta CEP de enero 2023 acerca de una disminución en la valoración de la democracia. Asimismo, planteó que la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile representa una oportunidad. «Estas cifras de la Encuesta CEP no nos pueden ser indiferentes, porque muestran la vulnerabilidad de la democracia. Hoy estamos en un periodo en el cual, en los 50 años de conmemoración, debemos mirar de qué manera aprendemos las lecciones del pasado para reforzar la democracia y fortalecer los derechos humanos. El futuro nos pertenece a todos. Soy una optimista estratégica y creo que la Nueva Constitución debiera ser una oportunidad para reforzarlos«.