Propuesta de pacto fiscal: «Tiene una probabilidad importante de nacer muerto»

El 1 de agosto, el mandatario chileno anunció una serie de medidas en materia fiscal con las cuales espera recaudar 8.000 millones de dólares. ¿Pero de qué trata este acuerdo propuesto por el Gobierno de Boric que busca, entre otras cosas, financiar el gasto social?
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Por Alexis Polo González
Corresponsal de Sputnik en Chile
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La propuesta Pacto Fiscal para el Desarrollo y el Bienestar plantea el fortalecimiento de la fiscalización tributaria y el aumento de los impuestos a los sectores de mayores ingresos, para «financiar los gastos sociales urgentes», indicó Boric en cadena nacional.
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El paquete incluye 20 medidas de reforma del Estado y otras 38 para impulsar la inversión, la productividad, el crecimiento y proyectos de ley tributarios, uno sobre el combate a la evasión y elusión y otro con incentivos para la formalización y beneficios para la clase media.
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Se prevé que los proyectos de ley sean discutidos en la Cámara de Diputadas y Diputados a partir de marzo del 2024.
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«El anuncio del mandatario era muy esperado, dado que desde principios del 2023 estaba instalado el debate acerca del pacto fiscal. Incluso acerca del término programático de su gobierno, el cual era avanzar en una reforma tributaria», indicó a Sputnik el analista político Guillermo Holzmann.
«Una reforma tributaria que, como bien sabemos, fracasó en la Cámara de Diputadas y Diputados y el Senado. Fracasó incluso en muchas convocatorias y fórmulas de negociación que se intentaron para el pacto fiscal», agregó.
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Los ejes del plan propuesto por el Gobierno consideran los principios para un sistema tributario moderno, «justo y eficiente, que entregue garantías de cómo usan sus impuestos, cuántas pensiones y educación financian», declaró Boric.
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Asimismo, el pacto fiscal pone en «urgencia las prioridades de los ciudadanos», como, por ejemplo, el aumento de las pensiones, la reducción de las listas de espera en los hospitales e incrementar la inversión en seguridad ciudadana.
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Para el analista político Camilo Godoy, el acuerdo fiscal propuesto por el Gobierno responde «a la situación en curso, antes que esperar lo que hagan los demás poderes de manera aislada. Pero se sigue viendo un manto de ambigüedad respecto a cómo hacer cumplir algunas promesas, en particular respecto a la Pensión Garantizada Universal y su financiamiento».
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«Me parece bien el objetivo de aumentar la recaudación por la vía de disminuir la evasión, pero quedan en suspenso las medidas que se habían prometido hace un tiempo atrás solamente, como el pago de la deuda histórica de los profesores, condonación del CAE [préstamos universitarios]. El silencio respecto a ese tipo de anuncios me parece complejo», agregó Godoy.

«No va a ser fácil»

El plan del Gobierno busca mejorar el control del cumplimiento de las obligaciones tributarias, al tiempo que modifica la tributación a la renta de empresas y personas, elevando el aporte de quienes tienen mayores ingresos.
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Entrar las modificaciones, se desarrollará una «ruta del emprendimiento», que para que simplificar la formalización de las empresas de menor tamaño, así como su gestión, financiamiento y crecimiento.
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Para Holzmann, la propuesta es un comprimido de la reforma tributaria que fue rechazada el pasado 8 de marzo en el Congreso, y se alinea con aspectos bien específicos de la política económica internacional, que tiene que ver con el Fondo Monetario Internacional.
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En abril pasado, el organismo financiero afirmó que el país andino necesita una reforma fiscal para obtener mayores ingresos con los que financiar el «gasto social», entre otros.

«Lo que hace el presidente en su discurso es fijar una hoja de ruta de una negociación que no va a ser fácil», indicó Holzmann. Según el analista, el Gobierno tiene tres problemas: «No tiene los votos, pide un acuerdo transversal y las conversaciones que han tenido los diferentes actores estratégicos no han tenido los mejores resultados».

Según Holzmann, «se ha logrado consensuar una serie de medidas, pero el actor principal, que son los partidos políticos de oposición, no ha estado. Obviamente en ese escenario no ayuda mucho la división, puesto que estos partidos están fragmentados», agregó Holzmann.
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Tras la cadena nacional para informar acerca del pacto fiscal propuesto por el gobierno, el mandatario fue consultado acerca de por qué no insistieron en la reforma tributaria en el Senado, como se esperaba tras el rechazo a la propuesta en la cámara baja, el 8 de marzo pasado.
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«No vamos a insistir en el Senado con el proyecto rechazado por dos votos, pues hubo un sector de la política que desgraciadamente nunca quiso sentarse a la mesa a encontrar un acuerdo por el bien de Chile. Ustedes saben bien quiénes son», señaló Boric.
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El presidente chileno aludía a sectores opositores, en particular el partido Unión Demócrata Independiente (derecha).
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«Lo más grave es que no hay un esquema de negociación. Hay propuestas, pero en la política las propuestas tienen que ir con un esquema de negociación y ese esquema se trabaja en conjunto a la oposición», agregó el analista.
De acuerdo con Holzmann, el ejecutivo tiene inconvenientes «con la oposición, con los gremios», así como al «interior del gobierno», además de «problemas con el contexto que rodea todo este proceso».
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«En consecuencia, hay un pacto fiscal que tiene una probabilidad importante de nacer muerto. De salvarse, se salvaría solamente una parte, y no todo lo que se pretende», finalizó.