El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Concepción condenó hoy –martes 2 de octubre– a Sixto Segundo Yáñez Torres, Darwin Alejandro Carvajal Torres y José Luis Carvajal Torres a las penas efectivas de 13 años, 12 años y 10 años y un día de presidio, respectivamente, en calidad de autores del delito consumado de homicidio simple. Ilícito perpetrado en mayo de 2016, en la comuna de Lota.
En fallo unánime (causa rol 292– 2018), el tribunal –integrado por los magistrados Cristián Gutiérrez Lecaros (presidente), Gonzalo Díaz González y María José Vidal Araya (redactora) – aplicó, además, a Sixto Yáñez, Darwin Carvajal y José Luis Carvajal a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares durante el tiempo de las condenas.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas de los sentenciados para determinar sus respectivas huellas genéticas e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
En la causa, el tribunal decretó la absolución de Marco Antonio Carvajal Torres, por estimar que la prueba rendida en estrado por el ente persecutor resultó insuficiente para dar por establecida su participación en los hechos.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que en horas de la madrugada del 12 de mayo de 2016, «José Luis Carvajal Torres, Darwin Carvajal Torres y Sixto Yánez Torres, en el interior del domicilio ubicado en calle Carbullanca sin número, sector Fundición, de la comuna de Lota donde habitaba el acusado Darwin Carvajal Torres, agredieron a la víctima Juan Carlos Ramírez Henríquez.
Específicamente, José Luis Carvajal lo agredió con golpes con objeto contundente en la cabeza, acción presenciada y en la cual colaboraron todos los imputados antes señalados quienes además prestaron cobertura a la agresión, siendo posteriormente agredido con elementos cortopunzantes por parte del grupo de sujetos, todas agresiones que en su totalidad provocaron la muerte a la víctima a causa de un traumatismo cráneo encefálico, contribuyendo a este resultado la agresión por parte de los imputados con seis heridas cortantes vitales en el cuello.
Una vez consumada su acción ocultaron el cuerpo de la víctima en un tambor para lo cual Sixto Segunda Yáñez Torres le cercenó sus piernas, y luego en el patio lateral del domicilio cavaron una fosa en el suelo introduciendo allí el tambor con el cuerpo, tapando todo con una capa de cemento impidiendo su descubrimiento, el cual se logró meses después».
Fuente: Poder Judicial